Compartir una casa para envejecer con tus amigos. Un lugar donde la comunidad es centro de las relaciones sociales y tus vecinos son mucho más que simples desconocidos, son amigos tus amigos. Es la idea que empieza a recorrer varios países y que ha vivido un auge en los últimos tiempos.
Ya sabemos que en los últimos tiempos la soledad no deseada se ha convertido en un ‘problema y una realidad’ social. De hecho, no son pocos los gobiernos que intentan legislar para paliar un problema que está en claro crecimiento.
Contra todo ello, nace el cohousing, un estilo de vida que está ganando terreno y ofrece una alternativa al modo tradicional. Este nuevo tipo de ‘relación’ supone un cambio de modelo. Es en esencia una nueva filosofía de vida que pone toda la carne en el asador en una comunidad.
Pero, ¿cómo opera exactamente? En un cohousing, cada familia o individuo tiene su propio hogar, pero también comparte áreas comunes como jardines, salas de estar, cocinas comunitarias y zonas de ocio. Esto crea un entorno propicio para socializar, colaborar en proyectos y disfrutar de la compañía.
Un magnífico planteamiento para aquellas personas que no quieren afrontar la última etapa de su vida relegados a cuatro paredes a la espera de que alguien pique su timbre. Es esa idea la que triunfa con este modelo, ya que supone una oportunidad. Puede haber comunidades multigeneracionales, donde personas de todas las edades conviven y comparten conocimientos, o comunidades específicas para personas mayores, donde se brinda apoyo y compañerismo en la jubilación.
Además, el cohousing puede ajustarse a diversos estilos de vida, desde urbanos hasta rurales, desde ecológicos hasta más convencionales. Una amalgama de formas de vivir que puede conectar con múltiples personas que tengan ciertos objetivos comunes de vida.
Es una forma de conectar con las personas en una sociedad cada vez más tecnológico e individualista. También es cierto que esa misma idea de unión o grupo ofrece un aspecto fundamental: la comunidad ofrece soluciones y ayuda para ciertos momentos complicados de la vida diaria. Una red de personalidades que ayudan en lo más rutinario como momentos de necesidad, ya sea para cuidado de niños, ayuda en tareas domésticas o simplemente para compartir una comida reconfortante.
En resumen, el cohousing representa una forma de vida que trasciende la mera convivencia bajo un mismo techo; se trata de compartir una visión de comunidad, colaboración y conexión humana.