El delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández, ha subrayado el "empuje" otorgado por el Estado a la carga de trabajo en los astilleros de la sociedad pública Navantia en Puerto Real (Cádiz), tras la autorización en el Consejo de Ministros de la compra para la construcción de un Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS) para el Ministerio de Defensa.
En una nota, Fernández ha recordado el "importante impacto" que tendrá este nuevo encargo en el empleo, "dando un paso más en el cumpliendo de los compromisos adquiridos por el Gobierno con el empleo en esta comarca gaditana, una vez superados los trámites administrativos de un contrato de esta envergadura".
En este sentido, ha explicado que el Ministerio de Hacienda aprobó en noviembre de 2020 el gasto para la construcción del BAM-IS y en junio de 2021 la Secretaría de Estado de Defensa firmó la orden para proceder al expediente de construcción del buque, "actividad que pronto entrará en los astilleros portorrealeño".
Según las estimaciones de Navantia, la construcción del BAM-IS supondrá más de 1,3 millones de horas de trabajo en la Bahía de Cádiz. Generará alrededor de 1.100 empleos durante tres años y medio, sumando empleo directo, indirecto e inducido.
Actualmente las operaciones más complejas de intervención subacuática, tanto en el ámbito específico de la Armada (guerra de minas, reparaciones, rescate y salvamento de submarinos, entre otras), como en colaboración de ésta con otros organismos del Estado (operaciones de buceo de cierta entidad o dificultad, conservación del patrimonio arqueológico subacuático o recuperación de pecios), las realiza principalmente el buque de Salvamento y Rescate de la Armada 'Neptuno'.
El buque 'Neptuno' está llegando al final de su vida operativa por lo que es imprescindible iniciar la construcción de un nuevo buque que lo sustituya para dar respuesta a este tipo de operaciones.
El nuevo buque cubrirá las necesidades futuras que se puedan derivar de nuevos escenarios operativos en los que se requiera el empleo de los sistemas de rescate de submarinos de la OTAN y las nuevas misiones que se le asignen como contribución de la Estrategia de Seguridad Marítima.