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Barbate

“Vemos en el Economato que la empatía de la gente de Barbate es admirable”

Chari Ávila y Juan Rubio coordinan la entidad siendo las caras visibles de este proyecto que tan idóneo ha resultado para Barbate

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  • El Economato presta a las personas más desprotegidas el apoyo que necesitan. -
  • Ubicado en la Barriada Blas Infante, en el centro de Asuntos Sociales de la localidad, abrió sus puertas en marzo de 2016
  • La entidad presta a las personas más desprotegidas el apoyo que necesitan
  • Fue posible gracias a un convenio de colaboración firmado entre el Ayuntamiento, Cáritas y Baessipo 2000

Durante el año 2020, en plena pandemia del COVID-19, el Economato Municipal de Barbate gestionó alrededor de 300.000 kilos de alimentos y productos de primera necesidad procedentes del Banco de Alimentos, de Cáritas, de la Asociación Baessipo 2000, del Ayuntamiento y de donaciones de asociaciones, empresas y particulares. Una cifra que pone de manifiesto, por un lado, los graves efectos económicos de la crisis sanitaria en el municipio -con un notable aumento de usuarios-, y, por otro, la gran labor que esta entidad desarrolla en Barbate prestando a las personas más desprotegidas el apoyo que necesitan en lo que a alimentación se refiere.

La ayuda, que depende de los miembros de la unidad familiar, ronda los 150 euros en productos de higiene y limpieza y alimentación

Ubicado en la Barriada Blas Infante, en el centro de Asuntos Sociales de la localidad, el Economato abrió sus puertas en marzo de 2016. Desde entonces Chari Ávila, trabajadora municipal, y Juan Rubio, voluntario de Cáritas; coordinan la entidad siendo las caras visibles de este proyecto que tan idóneo ha resultado para Barbate. Junto a ellos se encuentran Estebani Ávila directora de Cáritas Barbate y presidenta de la Asociación Baessipo 2000, los párrocos de San Paulino y San José, el propio alcalde, Miguel Molina, y delegada de Fomento, Empleo e Innovación, Gemma Rivera; que cada uno, desde su posición, dirigen sus esfuerzos para apoyar con acierto a esta entidad en su funcionamiento. “La capacidad de diálogo entre todos es fundamental para poder seguir adelante”, sentencia Estebani.

Y es que lo que en un principio iba a ser un comedor social, “algo similar a lo que había en el Hogar del Pensionista, se vio que no era lo más adecuado para Barbate”, explica Estebani Ávila. “Estuvimos viendo comedores sociales en otros municipios y aquí, en nuestro pueblo, notamos que la gente no se adaptaría, por resguardar su intimidad, por lo que entendimos que un economato se adaptaba más a la realidad de Barbate”, añade Chari Ávila.

Fue entonces cuando se tomó la decisión y lo que con anterioridad era un patio en el edificio de Asuntos Sociales, se convirtió en el local que hoy en día alberga el Economato.

Convenio de colaboración

Un proyecto que fue posible gracias a un convenio de colaboración firmado entre el Ayuntamiento, Cáritas y Baessipo 2000; y que contó con la financiación del Consistorio Barbateño, de subvenciones solicitadas por la Asociación Baessipo 2000 y de grandes donativos realizados por particulares a Cáritas. Hoy en día, y un lustro después de su fundación, sigue prestando un gran servicio humanitario y solidario a las familias barbateñas en cuanto a alimentos y vestimenta -procedentes del ‘Ropero de Cáritas’, también incluidos en el convenio-.

Sin embargo, llama la atención la prudencia, humildad y serenidad con la que tanto Estebani, como Chari y Juan, hablan de la gran labor que realiza el Economato; y es la edil Gemma Rivera la que asegura que “el trabajo de estas personas va mucho más allá de preparar los costos a los usuarios”. “El funcionamiento de esta entidad está sometida a exhaustivos controles e inspecciones, y ellos siempre lo tienen todo en orden”, alaba Rivera a los coordinadores. “Además del gran servicio que ofrecen a las familias barbateñas, juegan un papel muy importante en la atención a migrantes y a presos, por ejemplo”, añade la concejala.

Usuarios

Según los datos registrados en el Economato, el pasado mes de septiembre fueron un total de 1.176 las personas atendidas; una cifra que aumentó notablemente en los meses de confinamiento por la pandemia en los que se llegó a los 1.780 usuarios, duplicándose además la entrega de alimentos, pasando de ser mensual a ser quincenal. “Fue una época bastante complicada, pero una vez más Barbate demostró ser lo que es: un pueblo solidario y dispuesto a ayudar”, explica Estebani. “Hicimos un llamamiento al que respondieron los vecinos, los párrocos hicieron una gran labor, las hermandades y cofradías, como siempre, se volcaron; el Ayuntamiento estuvo atento a todas las necesidades; numerosos comerciantes y empresarios hicieron grandes donaciones, al igual que la Obra Social de La Caixa”, recuerda Chari, “y contamos con toda la ayuda de voluntarios, de Protección Civil y de los cuerpos y fuerzas de seguridad”, añade.

La vuelta a la normalidad ha dejado atrás esos momentos de saturación. Sin embargo, la actividad en el Economato sigue su curso. “Son muchas las personas que acuden a nosotros, en su mayoría derivadas de Cáritas y Servicios Sociales; pero también hay quienes vienen directamente a la sede”, explica Chari. “A todos se les atiende en primera instancia, además preservamos su anonimato y respetamos su privacidad ayudándoles con todo lo que está a nuestro alcance”, añade.

Un ayuda que, dependiendo de los miembros de la unidad familiar, ronda los 150 euros en productos básicos de alimentación, higiene y limpieza. Artículos que adquiere el Economato –cuando no están disponibles o no entran dentro de los aportados por el Banco de Alimentos- con sus recursos. “Son muchas las personas que, desde el anonimato, realizan grandes aportaciones económicas, otras preguntan qué se necesita; hay gente que llama todas las semanas para hacer su aportación, y las empresas barbateñas y zahareñas también se vuelcan, sobre todo en épocas como la Navidad”, señala Estebani. Y todas las compras que se hacen desde el Economato “en un 90 por ciento se realizan en Barbate”, puntualiza Juan, encargado del almacén y de compras de la entidad, devolviendo siempre una parte de esa solidaridad recibida.

“La empatía de la gente de Barbate es admirable, nos llaman particulares para incluir turrones y polvorones en los costos, e incluso un matrimonio del pueblo se compromete a cubrir el coste de los pollos para las cenas de Nochebuena”, sonríen los coordinadores; a quienes tampoco se les pasa por alto la gran labor de los medios de comunicación en actividades como la celebración del Maratón Navideño de Cáritas que, por ejemplo, en 2020 logró recaudar más de 20.000 euros.

Las puertas del Economato están abiertas para todas aquellas personas que lo necesiten y también para todos aquellos que quieran ayudar. Porque lo gratificante de ser solidario es que nunca ocurre de un solo lado. Quien entrega también recibe. Colabora con el Economato Municipal de Barbate.

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