En Sevilla no se ha hablado de otra cosa durante este lunes, ni el Cyber Monday, ni el Covid ni el Balón de Oro, la conversación más común ha sido la enésima polémica en el campo del Real Madrid. El equipo sevillista volvió a salir del Santiago Bernabéu con una derrota bajo el brazo y con las manos en la cabeza, tras el penalti no pitado sobre Lucas Ocampos cuando el resultado era de empate a uno.
Hay zancadilla. Es penalti y punto. No me voy enfadado porque esto no es nuevoLas palabras de Monchi fueron bastante duras tras el partido: “Hay zancadilla. Es penalti y punto. No me voy enfadado porque esto no es nuevo”, dijo el director deportivo del Sevilla en los micrófonos de Movistar Plus.
Estas declaraciones se asemejan mucho a las que hizo hace año y medio, cuando señalo que “si llegan a anular el gol de Luuk de Jong, igual bajo al campo y saco al equipo”. Anteriormente en ese mismo partido, el colegiado había anulado otro tanto del holandés por un presunto bloqueo de Nemanja Gudelj a un futbolista del Real Madrid.
Sin tener que tirar demasiado de hemeroteca, en estos últimos años el Sevilla ha sufrido varios escándalos arbitrales. A los dos anteriormente mencionados hay que sumarle las manos de Eder Militao de la temporada pasada o el famoso empujón de James a Modric, que acabó con penalti en contra para el equipo nervionense.
La situación indigna mucho al Sevilla y al sevillismo. El conjunto de Lopetegui ha sufrido en varias ocasiones arbitrajes muy parecidos y la sensación es que con tanta desventaja, es imposible asaltar el Santiago Bernabéu.