Las quejas vecinales por las molestias causadas a raíz de las aglomeraciones de personas en el entorno de los establecimientos de hostelería situados en la zona central de la Avenida Manuel Reina, durante las pasada fiestas navideñas, han vivido esta semana un nuevo episodio, ya que un grupo de comerciantes de la zona se ha sumado a las protestas de los vecinos denunciando públicamente la situación y mostrando su hartazgo ante la, a su juicio, pasividad de las autoridades, a las que acusan de no adoptar las medidas necesarias para acabar con el botellón en pleno centro de la localidad.
En el transcurso de una rueda de prensa, una de las representantes de los comercios afectados, Rocío García, explicó que se ha presentado en el Ayuntamiento en torno a una veintena de firmas acompañando a un escrito en el que se denuncia la dejadez de funciones por parte del alcalde por no dar solución a un problema que “está perjudicando nuestra actividad económica, puesto que no se controlan ni los aforos ni las distancias, y ese botellón hace que personas de otros municipios tengan temor a venir a Puente Genil”.
“Hay personas ebrias, hay peleas y algunos establecimientos las hemos sufrido, puesto que se han iniciado en la calle y han acabado dentro de nuestro comercio, con el pánico de los clientes”, dijo Rocío García, quien puso de manifiesto que “luego está el caso de los vecinos, que no pueden descansar”. “Nos sentimos desamparados puesto que las autoridades no nos dan ninguna solución”, afirmó la portavoz del colectivo, quien añadió que “ningún representante del equipo de gobierno se ha dignado a hablar con nosotros” apuntando directamente en sus críticas al alcalde, por ser el máximo responsable.
Al hilo de la actuación de los agentes de la autoridad para tratar de hacer frente a estas situaciones, Rocío García afirmó que “la Policía Local ha hecho acto de presencia, pero ellos sólo pueden levantar acta”. “Entendemos que no hay que llegar al punto de generar el botellón, antes tienes que ser previsor y, si viene la campaña navideña, vamos a pedir a los hosteleros que delimiten terrazas y aforos, que lo cumplan, y que si no, se atengan a lo que pueda ocurrir. No queremos que cierre nadie pero, si hay unas normas, nadie tiene que estar por encima de otros”, señaló. “Lo que no se puede es montar un botellón en la zona comercial y residencial, y es ahí donde el equipo de Gobierno debería hacer hincapié”.
Rocío García también dijo que los comerciantes afectados no han hablado con la Asociación de Comercio sobre esta problemática, pero insistió en el hecho de que se trata de una situación que todo el mundo conoce y ve,
En este punto, Francisco Navas, como vecino afectado, explicó el caso de una vecina que vio como la pasada Navidad un amplio grupo “de unas 30 personas o más” entraba a su portal para orinar”, unos comportamientos incívicos ante los que los vecinos se sienten desamparados y, en muchos casos, completamente impotentes.
“Cuando no se respetan las normas cívicas de convivencia todo vale, y eso no puede ser, necesitamos respetarnos y eso es lo que exigimos al equipo de Gobierno municipal, que trabaje para ello. Nosotros no queremos problemas con nadie, y nadie quiere problemas con nosotros, vamos a llevarnos bien, y que este pueblo no tenga fama de borrachos ni de aglomeraciones en las que se permite todo. Llamar por teléfono no sirve de nada, hay que exigir a los que cobran porque le exijamos”, precisó.
Para este vecino, situaciones como las que se están produciendo “deben advertirse por los responsables, el vecino no tiene que estar constantemente llamando o yendo al Ayuntamiento, y los que tienen que estar para estas cosas, las tienen que solucionar, ya que de haberlo hecho se habrían evitado conductas incívicas, como una de las más recientes en las que se presentó aquí un señor con dos altavoces y bebidas, aprovechándose de la situación”, concluyó.