Los países occidentales están "poniendo en riesgo su propia seguridad" al armar a Ucrania, advirtió este jueves ante el Consejo de Seguridad de la ONU el embajador ruso Vasili Nebenzia, quien dijo que ese suministro de armas supone "echar leña al fuego" y que "tendrá repercusiones trágicas".
"Vemos cómo se siguen suministrando armas de toda ralea (a los ucranianos) por parte de capitales occidentales (...) El hecho de poner armas en manos de civiles, ¿saben los occidentales el riesgo que representa para su propia seguridad, cuando misiles tierra aire y lanzagranadas caigan en manos de cualquiera?", advirtió el embajador.
Nebenzia aludió específicamente al anuncio ayer del presidente Joe Biden de que Estados Unidos suministraría drones, misiles antiaéreos, proyectiles antiblindados y armas de fuego con sus municiones por un valor de 800 millones de dólares.
No es el único país en hacerlo: otros como el Reino Unido, Francia, Holanda, Alemania, Canadá, España y Suecia, entre otros también han anunciado el envío de armas y equipamiento militar a Ucrania
"Lamentablemente, Ucrania no es sino un peón en el tablero de Occidente", dijo el embajador, que dedicó su intervención a denunciar lo que llamó campaña de desinformación de los medios occidentales, principalmente en lo referente a la ciudad de Mariupol, que ha sufrido los ataques más duros en esta guerra y que es "objeto de gran número de mentiras".
Según el embajador ruso, todas las informaciones aparecidas en medios occidentales sobre el bombardeo a edificio civiles como la Maternidad de Mariupol o su teatro ocultan el hecho de que en ellos se habían supuestamente atrincherado miembros del ultraderechista Batallón de Azov.
Y fue más lejos al acusar a las fuerzas ucranianas de dificultar a propósito la evacuación de civiles con el fin de "utilizarlos como escudos humanos".
Previamente a la larga intervención de Nebenzia, los embajadores de países occidentales habían acusado a Rusia no solo de atacar deliberadamente objetivos civiles, sino de tratar de utilizar las tribunas del Consejo de Seguridad para practicar el "cinismo" de plantear su propia resolución planteada para "respetar los principios humanitarios" en la guerra que Rusia llama "operación especial".