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El smartphone como "herramienta clave" para estudiar vestigios arqueológicos

Uno de los objetivos del proyecto es "impulsar la creación de una aplicación móvil para mostrar las diferencias entre los materiales de las construcciones"

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  • Trabajo con las muestras arqueológicas. -

Un estudio liderado por María Luisa Cervera, catedrática de Química Analítica de la Universitat de València (UV), concluye que los teléfonos inteligentes son una "potencial herramienta" para comparar muestras arqueológicas.

El trabajo se ha desarrollado a través de la Unidad de Investigación ArchaeChemis de la institución, en la que colabora Gianni Gallello, investigador del Departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua y, por primera vez, se considera el smartphone como una herramienta clave para estudiar vestigios del pasado.

Esta investigación, publicada en 'Journal of Archaeological Science: Reports', muestra los resultados químicos, mineralógicos y colorimétricos de los antiguos morteros de la Torre de Silla (Valencia) y del Castillo de Fuengirola (Málaga). La originalidad del estudio radica en la función adquirida por los teléfonos inteligentes, en la que, por medio de fotografías, estos ayudan a comprender las fases constructivas de las edificaciones.

Uno de los objetivos del proyecto es "impulsar la creación de una aplicación móvil para mostrar las diferencias entre los materiales de las construcciones", según ha informado la institución académica en un comunicado.

"A partir de los procesados de imagen y el análisis químico realizado, se desarrollará la app", ha explicado Gallello. El investigador añade que la aplicación es una cuestión de mercado que favorece "un método de trabajo más rápido y sencillo de usar para usuarios no especialistas en arqueología, con unos costes bajos".

La publicación dirigida por Cervera confirma que los móviles son herramientas con capacidad de reconocer tipos de pintura, qué materiales componen las paredes y su procedencia. Así, las tecnologías trabajarían con una técnica de screening en la que el análisis todavía no es tan preciso como en la espectrometría o rayos X, herramientas tradicionales usadas en arqueología.

La sencillez y rapidez de trabajo con los móviles, en comparación con la gran cantidad de información que se puede obtener, aportan a las nuevas tecnologías una serie de beneficios: abaratamiento de costes, una mayor sostenibilidad y disponibilidad además de un menor grado de contaminación, entre otras.

CRITERIOS LUMÍNICOS Y DE COLOR

La tecnología de bolsillo se expone como una novedosa forma de trabajo con el fin de diferenciar la composición de los morteros de las construcciones. En un campo tradicional, como es la arqueología, el uso de las nuevas tecnologías requiere de una serie de cambios en el sector. Por ejemplo, las fotografías deben cumplir unos criterios lumínicos y de color para comparar unos materiales respecto a otros para ser analizadas.

En cambio, las técnicas de colorimetría aportan "más matices" al estudio porque permiten apreciar diferencias "imperceptibles para el ojo humano". La publicación confirma que los teléfonos inteligentes tienen el potencial suficiente para la caracterización del color mediante imágenes. De esta forma, se exponen como un método "barato, sencillo y rápido para realizar una clasificación cronológica de morteros antiguos, sobre todo con las muestras en polvo, que pueden ser un avance para próximas investigaciones más invasivas".

ESTRUCTURAS DEL ESTUDIO

Las muestras que han sido objeto del estudio fueron extraídas de la Torre de Silla (Valencia) y el Castillo de Fuengirola (Málaga). Para ello, se sirvieron de técnicas analíticas como la microscopía óptica (a partir de un haz de luz, conocer la composición de muestras biológicas), termogravimetría (medir la variación de la masa de una muestra cuando dicha muestra se somete a cambios de temperatura en un entorno controlado) y la dispersión de energía de rayos X (uso de rayos x sobre la muestra), entre otras.

La Torre Islámica de Silla es una estructura construida en el siglo XI sobre la base de los sillares romanos con el objetivo de defender la ciudad de València. Además de servir como refugio, otra de sus funciones era defender a la población de los ataques enemigos. Tras participar en conflictos como la Guerra de Castilla (1356-1375), cesó sus funciones defensivas en el siglo XIX. Actualmente forma parte del plan de integración del distrito del municipio para la creación de un foro ciudadano.

El Castillo Sohail de Fuengirola fue construido por los musulmanes en el siglo XI con el fin de controlar la costa. Sufrió numerosas reformas entre los siglos XVI y XVIII tras ser ocupado por los cristianos en 1485. Entre ellas, la torre fue demolida y varios lienzos de muralla se ampliaron para la colocación de la artillería. A finales de siglo XIX se convirtió en una estación policial y actualmente hace las funciones de auditorio.

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