Rehabilitar la ermita de Cerro cuesta lo mismo que levantarla de nuevo, con la ventaja en este último caso de contar con la seguridad de que no van a aparecer más vicios ocultos. El último informe sobre la situación del inmueble estima en 152.000 euros el coste de no perder uno de los símbolos de la ciudad y lugar de una de las tradiciones más arraigadas de San Fernando a pesar de no contar con todo el apoyo que merece y de haber perdido su fecha de celebración original al trasladarse ésta al 24 de Septiembre.
Para rehabilitar la Ermita lo único que se podría mantener serían los muros perimetrales, realizando una nueva cimentación y cambiando la estructura de cubrición, puesto que se ha comprobado hormigón tan antiguo (80 años), no se encuentra en buenas condiciones.
"La decisión está en manos del Ayuntamiento a través de la Comisión del Patrimonio" y los colectivos ciudadanos tendrían que participar en la solución final que se tome, “por lo que será necesario implicar a toda ala ciudadania para conseguir la financiación necesaria para las obras", dice el informe que ha sido matizado por el Ayuntamiento remitiendo cualquier solución al propietario del inmueble que no es otro que el Obispado de Cádiz y Ceuta. Eso independientemente de que el Ayuntamiento pueda aportar lo que estime conveniente, en dinero o especias.
Informe
Según el informe al que ha tenido acceso este periódico, la cimentación no es suficiente para soportar el peso del muro y de la bóveda de hormigón del edificio.
Esta zanja de hormigón, no lleva ningún refuerzo de acero, por lo que el edificio no se encuentra arriostrado y se mueve libremente. Es natural que en la zona más cercana al muro de contención, que es donde está el terreno más revuelto, se produzcan grietas y movimiento de los muros y cubiertas del edificio.
La bóveda de hormigón en masa ejerce un importante esfuerzo sobre el muro y tiende a desequilbrarlo y volcarlo, debido a que no tiene una estructura de hormigón armado que absorba el esfuerzo horizontal por lo que seria necesario sustituirla.
Catas
El día 15 de junio pasado se realizaron unas catas junto al muro sur del edificio, donde previamente, por seguridad, se había realizado el apuntalamiento del mismo, y que consistieron en la excavación de dos pozos, en el terreno para conocer el estado de la cimentación, y poder confirmar si esta era la causante de las fisuras que presentaba el edificio.
Dichas obras de excavación ejecutadas, fueron posible realizarlas por el apuntalamiento previo del muro exterior de la Ermita y fueron realizadas bajo la supervisión de un arqueólogo.
Se realizaron dos catas en el muro situado en la fachada orientada al sureste del edificio, siendo este, el más cercano al antiguo muro de contención de tierras, y es donde se situaban las mayores grietas en el acerado exterior y en el interior del edificio.
Trabajos realizados por la retro-excavadora
Una vez realizada la excavación para ver la cimentación que posee el edificio, se ha comprobado que está formada por una zanja de hormigón de unos 80 cms de profundidad y una anchura de unos 80 cms, 30 centímetros más que la sección del muro que soporta, como se puede observar en el reportaje fotográfico que se adjunta.
En ambas catas se puede observar el estado del terreno, con la profundidad y ancho de la zanja de hormigón en masa que realiza las funciones de cimentación y la anchura de la misma.
También se puede ver la falta de compactación del terreno que sirve de base a la cimentación, que prácticamente es un terreno de relleno
En esta fachada se puede observar el movimiento del muro, que bien se ha hundido o desplazado hacia el lateral, levantando el acerado,.
Esta grieta esta a todo lo largo del muro y también se aprecia en el interior del edificio.
La construccioón original
El edificio existente fue construido en el año 1943, para trasladar la antigua Ermita construida en las cercanías, en un lugar actualmente ocupado por los acuartelamientos del CIR de Camposoto.
En aquella fecha se realizarían obras de movimientos de tierras en la pendiente del cerro, con idea de crear una plataforma plana para el nuevo edificio, para lo que fue necesario construir en las inmediaciones un muro de contención, para evitar corrimientos posteriores de tierras.
Dicho edificio se construyó a imitación del antiguo edificio, y pretendía, en el proyecto original, ampliar la Ermita con un pórtico perimetral y una vivienda posterior para el santero, construyéndose solo la nave de la Iglesia
La estructura del mismo estaba formada por muros perimetrales de ladrillo de 50 cms de espesor y cubierto por una bóveda de medio cañón realizada de hormigón en masa, sin armadura, realizado sobre otra bóveda de ladrillo, que servía de encofrado.
Es de imaginar que al existir poca financiación, el edificio se construyó con los materiales existentes en aquella época de la posguerra, los cuales no fueron los mas adecuados para asegurar la durabilidad del mismo.
Treint y ocho años después de su construcción, debido a lo anteriormente expuesto y a la situación expuesta del edificio, en el año 1.981 se realizo una rehabilitación del mismo que consistió en la
impermeabilización de las cubiertas; liminación de las grietas y fisuras existentes y colocación de unos tensores en la parte superior de los muros longitudinales, para eliminar los empujes que estaban
sufriendo debido a que la bóveda de medio cañón ejerce tensiones horizontales sobre los muros.
También se construyeron unas habitaciones posteriores, para cuarto de aseo, sacristía y despacho, lo que produjo que la nave de la iglesia fuese más pequeña.
Se cambió la puerta lateral de acceso hasta el ultimo vano, para dar acceso a estas habitaciones y se colocó nueva instalación eléctrica y acometida de agua potable, que no existía originalmente y carpintería de puertas y ventanas. Finalmente se procedió al pintado de todo el edificio, tanto en el interior como el exterior
Por tanto en las obras realizadas en el año 1981 no se intervino directamente sobre la estructura de la Capilla, realizando obras de que se podrían denominar de cosmética del edificio, puesto que no se resolvieron los problemas estructurales, a excepción de los tensores colocados en la parte superior de las muros para intentar evitar el vuelco de los mismos
Actualmente es un edificio con unos 80 años de antigüedad, construido con materiales de baja calidad, con problemas estructurales, y con signos claros de movimiento del terreno y grietas en los muros de fachada que sirven de soporte a la bóveda de la cubierta.