El palacio de Buckingham, residencia oficial en Londres de Isabel II, ha bajado la bandera británica a media asta tras anunciarse la muerte este jueves de la reina a los 96 años en el castillo escocés de Balmoral.
Miles de personas se congregan ya en torno a Buckingham, en el centro de Londres, donde se espera que en breve se coloque un anuncio con información sobre la defunción, como parte de un detallado protocolo para despedirla con todos los honores.
La muerte de la soberana, que el pasado martes recibió a la nueva primera ministra británica, Liz Truss, en Escocia significa que los primeros actos se celebrarán allí, conforme a la llamada operación Unicornio, tras lo cual sus restos mortales serán trasladados a Londres para proceder al funeral del Estado.