Después de que la semana pasada los 14 miembros de la ponencia se emplazasen a la reunión de ayer para intentar por última vez alcanzar un acuerdo sobre el modelo de distribución de escaños, finalmente la negociación no ha llegado a buen puerto, pues CiU se ha negado a que las comarcas de Tarragona, Lleida y Girona pierdan peso electoral en favor de una mayor proporcionalidad, que beneficiaría a Barcelona.
La actitud de CiU le ha valido la crítica del resto de partidos, incluida una ERC también favorable a defender la representación de los territorios menos poblados, que han culpado a la federación nacionalista de haber bloqueado la mayoría cualificada de dos tercios necesaria para aprobar una ley electoral.