Miguel Ríos ha hecho entrega este miércoles al director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, de un legado para la Caja de las Letras de la institución que incluye un conjunto de cartas personales, un manuscrito de su conocida canción "Vuelvo a Granada", el libro de sus memorias y su primer y último disco.
Lo ha hecho durante un acto celebrado esta noche en el Teatro Isabel la Católica de Granada, justo antes de ofrecer un concierto gratuito que ha puesto fin a la reunión anual de directores del Instituto Cervantes que se ha celebrado durante tres días en esta capital andaluza.
Las cartas que ha entregado para el legado, ha explicado, las escribió durante años a su cuñado mayor, con quien mantenía una relación fraternal desde que su padre murió a los 15 años, y en ellas relataba a su familia las vicisitudes de sus primeros años de carrera en Madrid: "Incluía mentiras a veces más que piadosas, como que me iba de puta madre para que no se preocuparan".
Todas ellas, con faltas de ortografía de van a servirle al Cervantes "de estudio", ha ironizado, reflejan las cosas que tuvo que hacer "para sobrevivir en el oficio más bonito pero también más duro del mundo".
Precisamente, esas cartas, que su cuñado le devolvió al cabo del tiempo, le sirvieron de base para escribir hace una década su libro de memorias: "Cosas que siempre quise contarte", que también ha incluido en el legado junto a un manuscrito actual de su canción "Vuelvo a Granada", cuyos derechos cedió en 1992 al Ayuntamiento porque sentía que ya no le pertenecía.
Completan el legado su último disco y el primero: "Mike Ríos, el Rey del Twist", un nombre artístico que le puso la discográfica y del que no estuvo muy conforme por temor a las burlas de sus paisanos granadinos: "Y así pasó, porque en el barrio empezaron a decirme: 'Mi qué pollas...'".
Tras la entrega del legado, que será depositado en la cámara acorazada de la sede central del Instituto Cervantes, Miguel Ríos ha ofrecido un concierto gratuito en el mismo teatro que le sirvió para su puesta de largo, la presentación de los conciertos de rock y amor, un montaje audiovisual que se estrenó en 1972, ha recordado.
Luis García Montero lo presentó señalando que el Instituto Cervantes trabaja para reivindicar la identidad en español pero no como una "identidad cerrada, sino diversa y en relación con otras identidades".
"Y Miguel representa un puente por el que llegó hasta Granada, Andalucía y España la tradición del rock y la cultura anglosajona, y un puente por el que la cultura española bajó al mundo del rock y de la música internacional, y hoy hay mucha fuerza de la música hispana en el mundo internacional", ha concluido.
