Por primera vez en la Península Ibérica se ha detectado la presencia del Angiostrongylus Cantonensis, una especie de parásito que vive en las arterias pulmonares de las ratas y que puede afectar a los humanos causando meningitis eosinofílica.
Las dos especies de ratas en las que se ha localizado este parásito han sido encontradas en la ciudad de Valencia. Concretamente, en ratas callejaras o de alcantarilla (Rattus norvegicus) y en la rata negra (Rattus rattus).
El hallazgo de este parásito lo dio a conocer la revista Emerging Infectius Diseases el pasado mes de diciembre. Hasta ahora, el nematodo había sido detectado únicamente en algunas islas europeas como en ratas de Tenerife o en erizos de Mallorca.
Pese a que la infección en humanos es poco frecuente, el parásito puede transmitirse al hombre por su consumo crudo, por contaminación de agua o alimentos con ellos o por manipulación de los moluscos o de vegetales.