En una comparecencia en la Rosaleda de la Casa Blanca, prevista inicialmente para hablar sobre el crecimiento económico, Obama afirmó que su Gobierno está “completamente preparado” para acometer sus responsabilidades en el vertido de petróleo originado tras el derrumbe de la plataforma Deep Horizon en el golfo de México el pasado día 20.
Según el presidente estadounidense, aunque la concesionaria de la plataforma, British Petroleum, es la responsable última de las tareas de limpieza y contención, el Gobierno de EEUU “no escatimará ningún esfuerzo” para paliar el desastre y proteger las costas del Golfo, en colaboración con las autoridades locales y regionales.
Además, ha ordenado un informe a su secretario del Interior, Ken Salazar, en un plazo máximo de 30 días, sobre qué medidas de seguridad adicionales y nuevas tecnologías se deben adoptar para garantizar que un accidente de este tipo no vuelva a repetirse en el futuro.