La iglesia católica alemana y la iglesia evangélica, la principal confesión protestante en Alemania, perdieron en 2022 1,3 millones de feligreses que se dieron de baja, lo que representa un récord histórico de abandonos.
Ello, según un estudio que publica el Instituto de la Economía Alemania de Colonia (IW), puede llevar a las dos iglesias en los próximos años a problemas financieros si se consideran otros factores como el desarrollo demográfico.
Aunque los ingresos por el impuesto eclesiástico en 2022 aumentaron en 200 millones, para llegar a cerca de 13.000 millones de euros, ese dato, según el IW, es engañoso.
El aumento se debe en buena parte a que el impuesto eclesiástico está ligado al impuesto al ingreso y mientras que el fisco recaudó por este concepto un 4,5 por ciento más en 2022 el aumento del ingreso de las iglesias por el tributo fue solo del 1,5 por ciento.
Además los ingresos reales han bajado y esta tendencia continuará en los próximos años según el IW aunque los ingresos nominales crezcan.
La inflación será un factor importante en ese proceso y además en los próximos años la generación de los llamados "babyboom" llegará a a pensión, con lo que pagarán menos impuesto eclesiástico.
Según una proyección del IW los ingresos reales de las iglesias serán en 2027 un 4 por ciento menos que en 2022 y un 11 por ciento menos que en 2019.l
Hasta la crisis del coronavirus los ingresos de las iglesias habían tenido un crecimiento real constante pese a los fieles que se daban de baja.
El IW desaconseja la posibilidad de hacer frente a la situación con un aumento del impuesto eclesiástico, que podría llevar a que más gente abandonase la iglesia, y dice que las iglesias tendrán que ahorrar y utilizar sus recursos patrimoniales para cerrar agujeros financieros.
Entre las razones que suelen mencionarse para explicar el aumento de las deserciones están los escándalos de abusos sexuales en instituciones eclesiásticas lo que afecta más a la iglesia católica que a la iglesia evangélica.