El técnico blanquinegro, en declaraciones a Onda Cero, comentó con respecto a su llegada al banquillo tras el cese de Burgueña que “he cambiado de cargo. Llevo dos o tres años viendo jugadores, viendo partidos, dando infórmenes y cuando las cosas van muy mal, muy mal, pues a veces, como yo digo, aunque se tengan grandes entrenadores, como era José Luis Burgueña, a veces son males necesarios que te tocan. Lo que no es normal, ni lógico, habiendo jugado el equipo lo bien que ha hecho, que en quince encuentros no haya ganado ninguno”.
Con respecto a la situación de la Balona indicó que “ante el Granada, por lo visto, se jugó muy mal. Es normal y lógico que cuando un equipo ha hecho méritos suficientes para estar mucho mejor clasificados, y las cosas no te salen bien, a veces la importancia de los partidos, la presión del público, el miedo a perder, o la necesidad de ganar te hace que llegue un descalabro como el del otro día. En los catorce partidos anteriores el equipo ha dado muy buena imagen, aunque esto pueda parecer un quimera”.
Sobre la vuelta al banquillo en estos momentos cuando quería tomarse un respiro como entrenador comentó que “también me lo dijeron al principio de temporada, y Alfredo me quiso convencer de todas las maneras. es necesario cuando Alfredo Gallardo, que tiene confianza conmigo te solicita algo”.
En cuanto al aspecto psicológico (dijo que los jugadores captan desde el primer momento lo que él quiere de ellos) resaltó que “todos los entrenadores tenemos métodos para entrenar en cualquier aspecto, fisico, técnico, táctico, estrategico. Yo tengo claro que tengo tres premisas importantes y tengo la suerte de que cuando llego a un equipo de fútbol, siempre hay jugadores que han estado conmigo y saben lo que yo pido desde el primer día. Y éso, inmediatamente, no sé porque los jugadores me lo dan. Porque todos entrenamos y exigimos de la misma manera, pero hay algunas cosas que yo observo que se me dan muy bien con la respuesta de los jugadores. Y ayer jueves lo pude ver”.
El técnico blanquinegro ha intentado inculcar lo que significa un equipo de fútbol, y lo que se mueve detrás de él. “Yo tengo claro que los jugadores que están en una ciudad, en un equipo de fútbol tienen que saber lo que hay detrás de un resultado y saber como se llega a un buen resultado y eso es primordial. Porque la mayoría de los jugadores son indiferentes, son apáticos, tienen una desidia en su profesión y no piensan nada más, que en ganar, y si las cosas van mal se desmoralizan y tienen que pensar que hay detrás de un equipo de fútbol. Los jugadores tienen que remar todos en la misma dirección, y saber todos lo que significa”.
El domingo será un partido especial, ya que será la vuelta de Baby al banquillo blanquinegro, después del ascenso. “Yo me emocionaré si ése día, en ese momento, se dan cuentan lo importante que es que contagien su entuiasmo, su fervor, su aliento, en favor de los jugadores y que desde el primer minuto hasta el último, acompañen a un equipo, que creo que están dispuestos a darle esa satisfacción de mantener la categoría.Eso es lo que verdaderamente a mí me interesa y me emocionará”.
Dejó muy claro que “Yo soy una persona que no miro la clasificación. Y desde aquí hasta final de temporada no voy a mirar una clasificación, ni voy a leer una crónica”.
