Tras siglo y medio animando las fiestas, la alcaldesa, Yolanda Barcina, ha decidido este año delegar el acto en estas figuras de cartón y fue el presidente de la Comparsa, Mari Ganuza, el encargado de prender la mecha.
Un aniversario que ha cambiado la tradicional fisonomía del cohete ya que, por primera vez, en los balcones del Ayuntamiento estuvieron presentes dos miembros de esta Comparsa: el kiliki Caravinagre y el cabezudo Alcalde.
Se convertió así en la tercera ocasión de la etapa democrática en la que personas ajenas a la política protagonizan el inicio de los Sanfermines tras el capitán de Osasuna, César Palacios, en 2000 y el presidente del Portland San Antonio, Fermín Tajadura, en 2001.
Y para ello Mari Ganuza utilizó la fórmula tradicional: “Pamplonesas, pamploneses, viva San Fermín. Iruñatarrak, gora San Fermín”, que ha sido respondida por los asistentes que esperaban este momento con bailes y cánticos.
Vestidos de blanco pero todavía con sus pañuelos rojos guardados en los bolsillos, pamploneses y visitantes disfrutaron de los momentos previos en los que se derramaron cientos de litros de cava y vino.
Mientras avanzaba el reloj se sucedían los cánticos en la plaza, sobrevolada por balones gigantes y una pancarta en favor del acercamiento de los presos y en la que la Policía intentó impedir la entrada de huevos y otros productos que pudieran manchar el mobiliario urbano.
Cuando faltaban un par de minutos para el mediodía, a los sones de clarines y timbales, los presentes levantaron sus pañuelos rojos en triángulo sobre las cabezas para cubrir con un manto rojo la plaza del Ayuntamiento coincidiendo con la apertura de los balcones del edificio.
A ellos salieron para situarse frente a la multitud Ganuza y las autoridades municipales encabezadas por la alcaldesa Yolanda Barcina, que celebra éstos como sus últimos Sanfermines de regidora de la ciudad ya que el próximo año optará a la presidencia del Gobierno de Navarra.
Tras el estallido del cohete, la fiesta inundó Pamplona extendiéndose desde la plaza del Ayuntamiento por todo el Casco Antiguo, en varios de cuyos lugares más emblemáticos, como la Plaza del Castillo o el Paseo de Sarasate, se pudo seguir en directo el acto mediante las pantallas gigantes instaladas por el Consistorio.
El chupinazo fue el primero de los 533 actos incluidos en el programa preparado por el Ayuntamiento para estas fiestas que, con un presupuesto total de 2,8 millones de euros, ofrecieron durante la jornada otros eventos como la celebración religiosa de las Vísperas Solemnes de San Fermín.
Otras de las propuestas están relacionadas con el toro de fuego, diferentes conciertos de artistas consagrados como el de Rosendo, la primera colección del Concurso Internacional de Fuegos Artificiales que lanzará la Pirotecnia Caballer de Valencia o la corrida de rejones que protagonizarán Fermín Bohórquez, Pablo Hermoso de Mendoza y Sergio Galán.
Actos musicales, taurinos, culturales e institucionales que, junto con los promovidos para estos nueve días por los colectivos populares y con los improvisados por pamploneses y visitantes, convierten a Pamplona en la capital de la fiesta por sus calles durante 204 horas ininterrumpidas.