Las gasolineras italianas deben mostrar claramente desde hoy el precio al que se vende el carburante y el precio medio indicado por el Estado para facilitar la comparación y evitar especulaciones.
Se trata de una medida aprobada por el Gobierno a principios de año debido al aumento del precio de la gasolina y para frenar la especulación de la que se acusó a los gestores de las estaciones de servicio, lo que provocó una huelga y la apertura de una mesa de negociaciones para abordar el problema.
No obstante, los gestores de gasolineras apelaron a los tribunales regionales para detener la medida de exponer el cartel con el doble precio, aunque su recurso finalmente se rechazó y hoy entra en vigor, en un momento en el que en algunas autopistas el precio de la gasolina ya han superado los 2,5 euros el litro.
Sobre la base de las disposiciones de la ley, el precio medio será calculado por el Ministerio de Industria, con referencia a las medias aritméticas a nivel regional para gasolineras en las redes ordinarias y a nivel nacional para autopistas.
El objetivo es garantizar la máxima transparencia posible y favorecer la libre elección de los consumidores, como explicó el presidente de las empresas de la Unión de Energía para la Mobilidad (Unem), Gianni Murano, que ha asegurado que "lo importante es precisamente es que el consumidor sepa que pueda hacer una elección informada".
Según el ministro de Industria, Adolfo Urso, con esta “operación de transparencia adicional se podrá contener el precio de las gasolinas y el gasóleo”.
La Autoridad Antimonopolio italiana, por su parte, expresó sus dudas ante la medida explicando que no hay necesidad de introducir un mecanismo de cálculo y difusión de valores de referencia promedio, ya que los beneficios para los consumidores son inciertos.