China ejecutó hoy a un surcoreano que había sido condenado a la pena capital en el país por posesión de drogas pese a los repetidos llamamientos de clemencia de Seúl, informó un funcionario del Ministerio de Exteriores a la agencia de noticias Yonhap.
El funcionario lamentó la ejecución, acometida en la ciudad china de Cantón, pese a los esfuerzos diplomáticos para evitarla.
"El Gobierno (surcoreano) lamenta, desde el punto de vista humanitario, que se haya producido la ejecución de uno de nuestros nacionales", señaló el funcionario en declaraciones recogidas por el citado medio.
Las autoridades chinas notificaron a Corea del Sur sobre la ejecución antes de que tuviera lugar, según detalló la fuente.
El hombre fue arrestado en China en 2014 acusado de tráfico de drogas. Se sabe que en el momento de su detención estaba en posesión de 5 kilos de metanfetaminas.
En China las personas sorprendidas haciendo contrabando, vendiendo, transportando o produciendo más de un kilo de opio o más de 50 gramos de metanfetaminas o heroína pueden ser sentenciadas a pena de muerte o a un mínimo de 15 años en prisión.
El surcoreano en cuestión fue condenado a la pena capital en 2019 y un tribunal superior finalizó su sentencia en 2020.
El Gobierno surcoreano había pedido a Pekín que reconsiderara o retrasara la ejecución en numerosas ocasiones, sin éxito.
Corea del Sur es uno de los países en los que la pena de muerte sigue vigente, pero el país asiático no ha ejecutado una sola sentencia de muerte desde el 30 de diciembre de 1997 y es considerado un Estado que ha abolido la práctica "de facto".
