Por fortuna, el barrio de La Tejuela, tan necesitado de iniciativas de este tipo, cuenta con emprendedores que están iniciando proyectos muy beneficiosos para dar un impulso al barrio. Un ejemplo de ello es el de Matilde Aguado, que, con La Tejuela Gourmet, da un nuevo y renovado impulso al negocio creado por los abuelos de su pareja, hace más de sesenta años.
La Tejuela Gourmet es el renovado nombre con el que se moderniza un negocio con mucha tradición en el barrio de La Tejuela. ¿Cómo y cuándo empezó todo? El negocio original comenzó en 1960 cuando los abuelos de mi pareja, Teodoro y Providencia, como tantísimas personas, dejaron la vida rural para asentarse en esta ciudad en busca de nuevas oportunidades y una vida mejor. Aquellos emprendedores decidieron instalarse en un barrio que en aquella época era una de las arterias comerciales junto al Llanillo, el barrio de la Tejuela. Primero fue una tienda de comestibles, para más tarde, ya con Custodia y José (padres de Javier, mi pareja) convertirse en una carnicería con fabricación propia. En el año 2000, y tras terminar sus estudios, Javier junto con sus padres decidieron darle una vuelta de tuerca al negocio, especializándose en la elaboración de embutidos de calidad y totalmente artesanales, pero el pasado diciembre Javier, que arrastra una patología en el hombro derecho (de hecho, aún sigue de baja a espera de una intervención quirúrgica) por consejo de varios médicos se ve abocado al cierre del negocio. En ese preciso instante, arrendé un bajo comercial propiedad de mis suegros, y que era donde estaba ubicada una parte de la carnicería, para emprender mi idea de negocio y poder darle al que ya considero como mi barrio, un negocio a la altura de lo que se merece.
63 años dan para mucho. ¿Cuáles son los mejores y peores recuerdos que tenéis de estas más de seis décadas? Hablando con Custodia y José, y sobre todo con Javi, ellos cuentan mil historias sobre cómo ha ido evolucionando el negocio, con algunas sombras, pero sobre todo con muchas luces. Pero en lo que coinciden los tres es en el buen trato de sus clientes, a los que siempre han considerado y consideran como una parte de la familia.
Tradicionalmente se ha dicho que La Tejuela es un barrio que ha perdido competitividad y empuje respecto a la otra parte de la ciudad. ¿Crees que algo está cambiando? ¿Qué es lo que seguís echando de menos? En mi opinión, pese a que llevo poco tiempo viviendo aquí, y de lo que veo y escucho de boca de la mayoría de los vecinos, la Tejuela está experimentando un crecimiento urbanístico que hace que muchas familias, la mayoría jóvenes, decidan ubicar sus domicilios en este barrio. Afortunadamente, desde las instituciones se está fomentando la creación y la instalación de empresas en el casco antiguo, aunque queda mucho trabajo por hacer.
Es cierto que en nuestro barrio hay aspectos que no favorecen nada el asentamiento de nuevos negocios. Hablando con los pocos negocios que quedan en el barrio, se echan en falta varias cosas, entre las que están la falta de aparcamientos para que clientes que vienen desde el extremo de la ciudad puedan hacerlo sin miedo a ser multados por subir su vehículo a la acera, o el asentamiento en la zona de organismos oficiales que favorezcan que gente que no viene nunca, o en pocas ocasiones por esta zona, aprovechen su visita para realizar sus compras. Esas son algunas de las problemáticas que yo veo desde fuera, pero seguramente que hay más…
¿En qué cambia vuestro nuevo negocio, cuál es el nuevo enfoque que le habéis dado y qué podemos encontrar? Mi idea ha sido el de hacer un guiño al negocio familiar, conservando sus señas de identidad, la calidad y el buen trato hacia nuestros clientes, siempre contando con empresas familiares del barrio, de la ciudad y de poblaciones cercanas, fomentando así la proliferación del pequeño y mediano comercio. También he de decir que hay productos de zonas de Granada (mi tierra), así como de otros que he considerado que pueden ser atractivos para los paladares más exigentes.
En La Tejuela Gourmet podéis encontrar desde embutidos artesanos, muy similares a los que elaboraba la familia, quesos, vinos, dulces, mieles y un largo etcétera, además de una pequeña sección pensada en el día a día de nuestros clientes, así como varios artículos pensados para las personas que padecen alguna alergia alimentaria, diabetes u otra patología. Actualmente estamos trabajando en la incorporación de una sección pensada en las personas veganas, y en las que centran su atención en los productos ecológicos, algo que está en auge.