En cualquier caso, cuando aún no se habían apagado los ecos de la “marcha reivindicativa” del primer edil linense, a primeras horas de la tarde de ayer anunciaba que, tras haberse agotado ayer el plazo manifestado al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, para obtener una respuesta a las demandas planteadas en la reunión mantenida y “tras varios días de absoluto silencio e incomunicación por parte del Gobierno central hacia las reivindicaciones de la ciudad”, el alcalde de La Línea de la Concepción, Alejandro Sánchez, procederá a la reordenación del tráfico rodado en la frontera con Gibraltar y sus aledaños.
Con esta iniciativa, Sánchez persigue “ir adaptando los mismos para garantizar la fluidez del tráfico de cara a la futura implantación del peaje”, sobre cuya medida “se está avanzando en los estudios por parte de los técnicos municipales y se espera su conclusión en breve espacio de tiempo para poderlo ejecutar de forma definitiva”.
Hay que recordar que el alcalde ha insistido en varias ocasiones sobre la necesidad de que por parte del Gobierno de la nación se adopten medidas y se busquen los instrumentos necesarios para posibilitar el futuro de la ciudad.
Hasta el momento, “no ha existido respuesta alguna por parte del Ejecutivo de la nación”. Por ello, desde el Ayuntamiento de La Línea se insiste en la adopción de medidas “que den una solución estructural definitiva a la ciudad, producida por el abandono contínuo del Gobierno hacia la misma derivada de las políticas sobre el contencioso de Gibraltar que siempre le han supuesto un prejuicio”.
Octavillas
Mientras realizaba Sánchez la marcha hacia Algeciras, la Asociación Socio Cultural de Trabajadores Españoles en Gibraltar (Ascteg) realizó ayer un reparto de octavillas informativas a los vehículos que cruzan la frontera para expresar su rechazo a la propuesta del alcalde, Alejandro Sánchez, de cobrar un peaje a los visitantes al Peñón. Ascteg puso de manifiesto su rechazo a la marcha emprendida por Sánchez para denunciar la “discriminación de la que es objeto el municipio”.
La asociación considera que la marcha forma parte de un paquete de medidas que no respaldan y que incluyen el estudio de la posibilidad de cobrar un peaje a los visitantes, así como el establecimiento de controles de la Policía Local. “Los puntos de control de documentación se efectúan precisamente en unas colas en las que siempre hemos exigido del Ayuntamiento la colaboración de un policía municipal tan sólo unas horas para evitarlas”, denunciaron.
Por tanto, Ascteg lamenta que los trabajadores y otras personas que cruzan la frontera “se vean siempre perjudicadas por demoras que no deberían existir y amedrentadas por tener que pagar un peaje que quizás sea ilegal”.
El delegado de Ascteg para Gibraltar, Juan José Uceda,manifestó que la marcha y el resto de las medidas “no son acertadas”.
Protagonismo
A su juicio, “si un alcalde tiene intención de hacer algo de este calibre por su pueblo, lo lógico habría sido no asumir todo el protagonismo y haberlo planteado a toda la corporación municipal”.
Para Uceda, “La Línea está como está por culpa de la mala gestión del anterior alcalde,Juan Carlos Juárez, que dimitió tras una inhabilitación judicial, y de la gestión del actual”.