Así lo señaló el secretario de Comunicación de USCA, César A. Cabo, a los medios de comunicación a las puertas del hotel donde se reúne la mesa negociadora, formada por seis representantes de AENA y diez controladores.
En caso de que se alcance el tan esperado acuerdo, que podría firmarse en las próximas horas, éste tendrá que ser ratificado en asamblea por los controladores.
Cabo explicó que el principio de acuerdo se refiere a las jornadas de actividad, que podría estar prácticamente cerrado y que contemplaría cuatro días de trabajo y dos de descanso para el colectivo, lo que les permitiría "conciliar la vida laboral y familiar"
En este sentido, señaló que en el momento en que se cierre este acuerdo sobre los aspectos laborales "todo lo demás vendrá rodado", ya que no existe "ningún problema salarial".
"En el gran escollo, en las jornadas y descansos, estamos muy cerca", apuntó para señalar que los controladores asumen que el tema salarial va asociado a la jornada y por tanto, si se trabajan menos horas, se cobrará menos.
Cabo insistió en que los controladores, que plantean reducir las 1.670 horas (más 80 horas extra) de su jornada actual a 1.350 a partir de 2013, están dispuestos a trabajar los próximos dos años más horas, pero siempre que se haga de una manera "racional y consensuada".
Desde USCA confiaron en que el principio de acuerdo pueda firmarse esta misma tarde en la sede de AENA para poner fin al conflicto que dura ya unos seis meses. De ser así, el acuerdo supondrá, descartados los paros en agosto, que los controladores renuncien también a ejercer "su derecho a la huelga en el futuro". "Hasta que no esté firmado hay que ser prudentes, pero somos muy optimistas", concluyó.