“La situación es muy crítica”. Así de tajante se ha mostrado el presidente del Banco de Alimentos de Huelva, Juan Manuel Díaz Cabrera, ante el panorama al que se enfrentan de cara a 2024.
Una tormenta perfecta en la que la gota que ha colmado el vaso ha sido la finalización del Programa Fead 2014-2000 de la Unión Europea, que abre la puerta ahora a un nuevo Programa Europeo de Ayuda Alimentaria en el que cambian las condiciones y que, además, aún está por definir por parte del Gobierno de España, por lo que Cabrera no cree que esté activo hasta el segundo semestre de 2024.
En declaraciones a Viva Huelva, ha explicado que hasta ahora todos los bancos de alimentos europeos recibían esta ayuda a través de los respectivos gobiernos. En el caso de España, “el dinero llegaba al Ministerio de Agricultura, que compraba del orden de 12 productos básicos no perecederos, con la ventaja de comprar a mayoristas a precios mucho más bajos, y luego los repartía a los bancos en función de varios parámetros, como población, índices de paro o número de beneficiarios”.
El presupuesto de este plan ha ido disminuyendo con los años, y de hecho, este 2023 en total el Banco de Alimentos de Huelva va a recibir unos 370.000 kilos de alimentos -el último envío acaba de ser recepcionado- cuando históricamente la cantidad rozaba el millón de kilos al año.
Pero lo más preocupante es que el plan finaliza el 31 de diciembre y entra en vigor un nuevo programa con tres cambios destacados. De un lado, “por decisión del Gobierno de España, la gestión se ha descentralizado” y se encargarán las comunidades autónomas.
El segundo cambio importante es que “el nuevo plan va a suministrar alimentos solo a las familias con hijos menores a su cargo”. En el caso del Banco de Alimentos de Huelva, se trata de un problema “gordísimo”, porque como explica Cabrera, “en Huelva podemos estar dando aproximadamente alimentos al orden de 10.000 personas con cargo a este plan y del orden del 20% tienen hijos a su cargo, pero el 80% no, con lo cual, hay que ver de qué manera se habilitan recursos para ellos”. Es el Gobierno el que tiene que buscar recursos, pero todavía no ha especificado nada al respecto.
Y por último, otro cambio que trae el nuevo programa europeo, también por decisión del Gobierno, es “cambiar el que recibamos alimentos físicos, como hasta, por tarjetas monedero, como tarjetas de crédito que tienen un valor de euros determinado y se canjearían en determinadas tiendas con una determinada lista de productos”, esto supone que “se comprará a precio de tienda, sin el incentivo de comprar al por mayor”.
En resumen, Cabrera alerta de que “tenemos un 80% de personas que se quedan sin alimentos y, a su vez, los alimentos que vengan van a ser bastantes menos kilos por la misma cantidad dinero, ya que se van a comprar a precio de calle y antes se compraba a precio de mayoristas”.
Y a todo esto hay que sumar que “el plan aún no está operativo, que no sabemos cuándo va a empezar, pero creemos que en el primer semestre de 2024 no va a ser posible”.
Los alimentos que reciben en Huelva a través de esta vía suponen el 30% del total. Las otras dos vías son las donaciones y los excedentes del campo, pero también han caído las cifras en los dos ámbitos. La subida de los precios en el caso de las donaciones y la merma de la producción por la sequía en el caso del campo están detrás de estas bajadas.
En total, Cabrera estima que frente a los 3,5 millones de kilos de alimentos que se repartieron en el año 2000 y los 2,8 millones del pasado año, en 2023 probablemente no superen los 2,2 millones.
Por ello, desde el Banco de Alimentos llaman a la ciudadanía a colaborar y recuerdan que la próxima gran recogida será los días 24 y 25 noviembre. Y además, apelan a que la Administración competente, el Gobierno central, se ponga las pilas y “dé vía libre a las comunidades con las normas que procedan para empezar a gestionar el plan de 2024”.
La preocupación en el Banco de Alimentos es tal que recientemente han enviado una carta a las entidades beneficiarias para alertarles de la situación a la que se enfrentan, recalcando que la situación que se plantea a partir de 2024 “es muy preocupante” y, de seguir así, “no permitirá atender a las familias y personas como lo veníamos haciendo hasta ahora”.