La visita se realiza un año después de que el Vaticano anunciara la disposición de Benedicto XVI a acoger a todos los anglicanos que lo deseen y aprobara una constitución apostólica que prevé, entre otras, la ordenación de clérigos anglicanos ya casados como sacerdotes católicos.
Miles de anglicanos, contrarios a las medidas aperturistas de la Comunión Anglicana, han anunciado su regreso a la Iglesia Católica.