"Hubo una disputa, por no decir una bronca", entre Barroso y Sarkozy, ha dicho Borissov. La discusión entre los líderes europeos sobre la polémica de los gitanos, que se abordó de manera informal durante el acuerdo, fue "muy difícil" y hubo un "gran desacuerdo", ha asegurado el primer ministro búlgaro.
La tensión entre Bruselas y París a cuenta de la política de Sarkozy sobre los gitanos se elevó después de que la vicepresidenta de la Comisión y responsable de Justicia, Viviane Reding, comparara la actitud del Gobierno francés con la Alemania nazi al anunciar su intención de expedientar a Francia por discriminación.
Barroso respaldó a su comisaria pero dejó claro que no había sido su intención establecer un paralelismo entre las expulsiones de Francia y los acontecimientos de la segunda Guerra Mundial. La propia Reding se disculpó por el malentendido que habían generado sus palabras.
No obstante, antes de la disculpa, Sarkozy había sugerido a la vicepresidenta de la Comisión acoger en su Luxemburgo natal a los gitanos expulsados.
En España
España ha evitado manifestarse sobre la política de expulsión de gitanos del presidente francés, Nicolas Sarkozy, al entender que la polémica desatada en los últimos días es un conflicto que deben resolver la Comisión Europea y Francia, según fuentes de Moncloa.
Las mismas fuentes agregaron que la política española sobre la población gitana y en materia de Derechos Humanos es "clara" y sin "ambigüedad" y que defiende un enfoque "integrador".
Los líderes europeos abordarán durante el almuerzo la creciente tensión entre París y Bruselas después de que la comisaria de Justicia, Vivian Reding, sugiriera que la situación de los gitanos en Francia era similar a las deportaciones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
El presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que es quien lidera los trabajos, tiene previsto dar la oportunidad a sus colegas para expresar sus puntos de vista sobre este asunto durante la comida, en la que también se hablará del endurecimento de las sanciones del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, que fue el primero en llegar al edificio Justus Lipsius, sede del Consejo, ha tenido la oportunidad de hablar con Van Rompuy, quien a su vez ha mantenido en los últimos días contactos telefónicos con numerosos Jefes de Estado y de Gobierno, según las mismas fuentes.
En medios galos se da por hecho que Sarkozy aprovechará su presencia en la cumbre de Bruselas para exponer la política sobre las expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros y su primer ministro, François Fillon, aseguraba este miércoles, en una reunión con los líderes del PPE previa al Consejo, que Francia demostrará en las próximas horas que Francia "respeta perfectamente" las reglas europeas y nacionales en la materia.
Rajoy
El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha asegurado que respeta la decisión del presidentes francés, Nicolas Sarkozy, de expulsar gitanos rumanos y ha expresado su convencimiento de que el Gobierno de Francia ha actuado en el marco de la legalidad.
"Estoy absolutamente convencido de que el Gobierno francés hizo esto, como no podía ser de otra manera, dentro de la ley", ha declarado Mariano Rajoy en una comparecencia en Melilla, junto al presidente de la ciudad autónoma, Juan José Imbroda.
El presidente del PP ha afirmado que no tenía intención de entrar a valorar este asunto porque no conoce "a fondo todos los extremos y todas las razones". "Lo que sí digo es que yo, desde luego, respeto la decisión que ha tomado el Gobierno, que tiene un apoyo mayoritario", ha apostillado.
Dicho esto, ha señalado que en materia de inmigración "lo más importante es el orden, el control, la ley y una política europea". A su entender, en un espacio donde hay libre circulación de personas "lo importante es una política europea común y el pleno respeto a la legalidad".