Araujo fue preguntada por la presentadora del acto, durante la comparecencia informal de los candidatos ante los afiliados, por el color de su ciudad, a lo que contestó que “La Línea siempre ha sido blanca y celeste, pero ahora está negra por la gestión del Partido Popular. A partir de mayo, volverá la luz, el verde esperanza y el rojo socialista”.
En relación a su programa electoral, la candidata estableció dos prioridades clave: la austeridad y la participación.
En el primer los puntos, Gemma Araujo puso de manifiesto ayer a este diario la situación de incertidumbre económica existente actualmente en el Ayuntamiento, donde hace varios meses que los trabajadores municipales y los sindicatos vienen protestando por el impago de las nóminas.
“Nuestro programa debe ser nuestro contrato”, señaló Araujo, que puntualizó que “deber ser real y pragmático”. Así, calificó la situación económica que vive actualmente el Consistorio como “extrema”, por lo que estableció su prioridad programática en este aspecto, enfrentándolo al hecho de que “al PP-GIL ya no les cree nadie en La Línea”.
“Vamos a recuperar la ilusión, eliminando la idea de los políticos como ganadores de un sueldo, y eliminar a los concejales liberados. Que seamos el ejemplo de los ciudadanos y mostrar honradez, formación y capacidad para solucionar los problemas”.
Igualmente, destacó la importancia de la participación ciudadana, que “ha sido esquilmada por el PP-GIL, con la estrategia del divide y vencerás”.