Entre estas medidas, la asociación considera imprescindible la puesta en funcionamiento de un punto de venta, “en el poblado o en Chiclana”, puntualiza el secretario de la asociación, Raúl Gallardo, donde se pueda ofertar a los consumidores la pesca de la flota artesanal con base en Sancti Petri. Para hacer viable este punto de venta, los pescadores profesionales proponen que también sirva para ofertar los pescados procedentes de los esteros chiclaneros.
Además del punto de venta, entre las reivindicaciones que harán llegar al alcalde están locales donde ubicar los enseres pesqueros, una nave de nieve, frigoríficos para poder guardar las capturas hasta su puesta a la venta, un aseo para los pescadores y un punto donde poder abasteserse de combustible para las embarcaciones.
“Ahora tenemos que llevar nuestros pescados a las lonjas de Conil, Barbate o El Puerto de Santa María”, explica el presidente de la asociación, Jesús Gómez, que recuerda que “hasta la década de los ochenta había una pequeña lonja en el Mercado de Abastos”.
Gómez ha querido dejar claro que “queremos un punto de venta totalmente legal y no nos importaría si se instalase en la ciudad, fuera del poblado; queremos un punto de venta supervisado por el servicio veterinario para poder comercializar nuestros productos de forma legal, no estamos pidiendo imposibles”. El presidente de los pescadores de Sancti Petri destacó que “en la Plaza de Abastos hay un veterinario”.
La estimación de la Asociación de Pescadores Mar de Sancti Petri habla de que la puesta en funcionamiento de un punto de venta en el municipio supondrá para las 19 empresas pesqueras con base en el poblado (más de sesenta trabajadores) la reducción "como mínimo" del 50 por ciento de los costes de la actividad. En la actualidad cada empresa tiene que hacer frente al pago de las tasas de la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA), un 2 por ciento de la captura vendida en lonja, y de la lonja donde se venda (un 7 por ciento de la captura vendida). A estos gastos hay que unir el del combustible de las embarcaciones consumido en el traslado de las capturas a la lonja donde se haya decidido venderla.
“Si entra en funcionamiento el punto de venta en Chiclana, los costes para las empresas pesqueras de Sancti Petri se reducirían a la mitad, lo que está claro que redundaría en beneficios económicos para empresas y trabajadores, y se eliminarían riesgos”, señala el presidente que reitera que “no hemos dicho nunca que un punto de venta pesquero, una pequeña lonja, no sea rentable si se incluyen los pescados procedentes de los esteros”.
A pesar de la situación del sector pesquero en Sancti Petri, que Gómez califica de “precaria”, el presidente reconoce que “ahora la cosa va mejor que antes” y hace un llamamiento a los partidos políticos de la localidad “para que no nos usen, sino que nos echen una mano”.
Según los cálculos de la asociación, la semana que viene contratarán a un aparejador para que refleje sobre plano sus peticiones “con lo que, si todo va bien, a final de mes presentaremos nuestras propuestas al alcalde”.