El alcalde, José María Román, junto a la delegada de Medio Ambiente, María Jesús Castañeda, visitaron en la jornada de ayer las obras y pudieron observar la colocación de estos marcos, que se efectúa entre la glorieta del futuro centro de salud y la urbanización de los Gallos. El regidor pudo conversar con varios vecinos, que le mostraron “su satisfacción por las obras, que acabarán con los problemas de inundaciones que se dieron el pasado año, debido a las lluvias torrenciales”, según han indicado desde el Ayuntamiento.
Román también agradeció a un residente en la zona, Antonio Fernández, su solidaridad y cooperación, puesto que ha accedido a que se le demuela parte de su propiedad para que se coloquen los grandes cajones subterráneos.
Con una duración estimada de unos 60 días, la actuación conlleva abrir prácticamente la totalidad de estos viarios de uno a otro margen, lo que obliga a los mayores esfuerzos tanto para la restitución del resto de servicios subterráneos, que deben desviarse, como para reducir la incidencia en el tráfico rodado en la superficie. Por este motivo, la carretera de La Barrosa, la calle Albatros y colindantes serán objeto de cortes a partir de la segunda quincena del mes de octubre, para lo que la delegación de Tráfico ya ha preparado un plan de tráfico. Dichos cortes serán puntualmente indicados para propiciar el menor perjuicio a viandantes, conductores y residentes.
De igual forma, las actuaciones se han programado de forma que permitan a establecimientos comerciales cercanos como Supersol y Mercadona seguir funcionando con normalidad.
Los marcos de 4x2 metros completarán una longitud de 614 metros y recibirán las aguas de los que ya han sido colocados, de 3x2 metros, entre el aliviadero de la laguna de La Rana Verde y la glorieta de nuevo centro de Salud de Los Gallos. Es, por tanto, la mayor distancia que cubrirá la canalización, puesto que los de 3x2 metros totalizarán 212 metros lineales y, los que en última instancia se colocarán de 3x1 metros, se extenderán bajo 276 metros de viarios. Estos marcos más reducidos en cuanto a dimensiones conectarán las tuberías que canalizan el agua de la red general de pluviales atravesando diferentes calles hasta alcanzar igualmente la glorieta del centro de salud.
“Cualquier persona que pase ahora por aquí, como ya lo están haciendo los vecinos”, afirmó Román, “puede advertir la relevancia de esta obra. No se trata de meter unos tubos para mejorar la infraestructura sino de unos espectaculares cajones, con cuatro metros de alto y dos de ancho por donde correrán las aguas pluviales. La diferencia entre el antes y el después es enorme.
El regidor destacó la rápida respuesta que se había dado a la población de esta parte del término para acabar con un problema que el pasado invierno fue grave.