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?Las compañías ?on line? son el peor negocio desde el cierre de la verja?

La actividad política del alcalde de La Línea, Alejandro Sánchez, ha crecido de forma desmesurada en los últimos meses, cuando ha dado comienzo a una serie de actuaciones para mejorar la situación económica de la localidad frente a la posición de Gibraltar.

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  • El aprovechamiento económico de la situación fronteriza de La Línea frente a Gibraltar es uno de los principales propósitos políticos de Alejandro Sánchez. -
La actividad política del alcalde de La Línea, Alejandro Sánchez, ha crecido de forma desmesurada en los últimos meses, cuando ha dado comienzo a una serie de actuaciones para mejorar la situación económica de la localidad frente a la posición de Gibraltar. Sus actuaciones le han convertido en protagonista a nivel nacional de la actividad política, justo en el momento en el que se produce el arranque de la carrera electoral de cara al próximo año.

—¿Qué expectativas tiene el PP ante las próximas elecciones municipales?
—Son buenas, porque es el sumatorio de muchas cosas, de muchos factores. El trabajo que se está realizando en la ciudad, el ponerla en el lugar que se merece, y reclamar para La Línea una lucha por su futuro, y efectivamente el sumatorio de otras variables como el hecho de que se pueda dar una situación única, como es la coincidencia de tres gobiernos en Madrid, Sevilla y La Línea del PP, que estoy convencido de que va a traer un futuro diferente al de ahora, como hemos visto hasta ahora con un Gobierno socialista. Eso va a suponer que, al final, vaya a haber una coincidencia institucional de la que La Línea se va a aprovechar.
—¿Cuál es vuestra propuesta electoral?
—Fundamentalmente pasan por la demanda a las instituciones y al Gobierno central de un marco fiscal especial para la ciudad de La Línea, donde se puedan instalar empresas, dado que en La Línea hay mucho más suelo que en Gibraltar. Implantarse en La Línea y que esa riqueza repercuta en la ciudad y en el Campo de Gibraltar, y que sea una economía que se queda en España. Esa es la solución de la Línea. Pasa por un estatus fiscal especial, como lo tienen otras ciudades, o la gran mayoría de las fronterizas en el mundo, para que efectivamente, no se dé ahora mismo la situación que se está dando, que es un desequilibrio económico a uno y otro lado de la verja. Ese es el gran objetivo. Hay otros como la apuesta de La Línea por una ciudad especializada también urbanísticamente, en desarrollar toda su costa en un proyecto de ciudad para los mayores, de turismo permanente, especializado en mayores, que es una economía incipiente y de garantía de retorno de la inversión. Para ello es fundamental la lucha que estamos llevando a cabo para que en La Línea no se pierdan las playas que se están viendo mermadas por la actividad de los rellenos en el lado este.
—¿Cómo cree que influirá la propuesta de la tasa de congestión en el respaldo ciudadano?
—La tasa de congestión no es ni más ni menos que la forma de contrarrestar el efecto nocivo que tiene una contaminación reconocida por la Junta de Andalucía en la ciudad de La Línea como consecuencia de esas colas que colapsan y congestionan la ciudad, de vehículos de turismo y de camiones y que están generando nada más que perjuicios y ningún beneficio para la ciudad. Ese daños medioambiental, en la normativa comunitaria, viene recogido como substrato para una fórmula de tasa de congestión, y por lo tanto, aspira a generar beneficios para la ciudad. Entre otras cosas, un tercio irá destinado a ayudas sociales como consecuencia de que la ciudad es una de las de mayor índice de enfermedades relacionadas con el asma, respiratorias fruto de esta contaminación y hay muchas familias cuyos miembros no trabajan como consecuencia de estas enfermedades, e irán destinadas a crear un fondo social para estas familias. También irá destinado a generar infraestructuras y puestos de trabajo necesarios que no están creando las políticas activas de empleo de la Junta de Andalucía, que es de quien son las competencias. Es un instrumento de autonomía económica y de lucha contra la contaminación.
—Lo que sí dejó claro es que la tasa será optativa...
—La pagarán quienes congestionen y contaminen la zona de congestión, que es una zona muy delimitada. Habrá una zona alternativa, por donde los ciudadanos podrán acceder sin problemas. Eso desmorona ese discurso del disparate. El debate es si el vehículo pasa por una zona de congestión, con una consultoría medioambiental de primer nivel y con datos, con datos objetivos y reales encima de la mesa. Se va a delimitar y no será arbitrario y gratuito. Ahora mismo, la tasa está diseñándose para que pase todos los filtros legales, y que sea una tasa afinada desde todos los puntos de vista. Dado que el Gobierno ha manifestado ya su voluntad de negarle este instrumento a La Línea, lo estamos haciendo todo muy afinado para que no nos lo tumben en el primer asalto. Esperamos la acción del Gobierno hasta el Tribunal de Luxemburgo, algo con lo que el Ayuntamiento de La Línea está muy indignado.
—¿Cree que las relaciones con Gibraltar se han deteriorado por esta campaña?
—Las relaciones se han fortalecido, porque el otro interlocutor, que es La Línea, se ha fortalecido institucionalmente. Es muy difícil mantener relaciones equilibradas cuando una de las partes crece con todo tipo de instrumentos a su servicio y a la otra parte no se le da ningún instrumento para que pueda tener las mismas oportunidades de crecimiento. La Línea ha cogido un papel institucional que no había tenido hasta ahora y que la pone en su lugar y que viene a demostrar que cualquier política relacionada con Gibraltar que no cuente con La Línea en su diseño y ejecución está condenada al fracaso.
—¿Se ha perjudicado su relación con Peter Caruana?
—En lo personal es una persona a la que puedo apreciar, pero él debe de entender que mi obligación es defender hasta las últimas consecuencias los intereses de mi pueblo. Como alcalde, debe de entenderlo. Yo no estoy aquí para caerle bien a nadie, sino para defender los intereses de mi pueblo.
—¿Y qué le diría a los gibraltareños que están temerosos de que las medidas anunciadas puedan perjudicarles?
—La aplicación de la ley es algo que no debe temer nadie. Es la garantía de los derechos de los más necesitados, y que ellos lo deben de entender. Que cumpliendo la ley, nadie debe de temer nada, sino que es la garantía de los más desprotegidos y necesitados.
—¿Cree que el cambio de Moratinos por Trinidad Jiménez pude variar la estrategia del Gobierno con Gibraltar?
—Espero que la ministra haya aprendido de los errores de Moratinos, y uno de ellos ha sido preocuparse más de los intereses de Gibraltar que de los intereses de La Línea. Espero que la nueva ministra entienda que La Línea y Gibraltar son dos caras de la misma moneda, pero La Línea lleva muchos siendo la cruz.
—¿Por qué ha acudido a Bruselas para denunciar los rellenos que está realizando Gibraltar en la zona este?
—Hemos ido a Bruselas porque después de intentarlo con el Gobierno de nuestra país durante mucho tiempo no ha habido solución ninguna. Yo lo que quiero es que dentro de cinco años los linenses puedan seguir llevando a sus hijos y mujeres ala playa de Levante, nuestra playa de toda la vida. Vamos a pedir a la Comisión Europea que investigue la merma de las playas y el daño medioambiental y marino que se puede producir por estos rellenos. No es un ataque a Gibraltar, sino una defensa de las playas de los linenses de toda la vida.

compañías on line
—En su visita también ha tratado el tema de las compañías on line que operan a través del territorio linense. ¿Qué información ha obtenido?
—Hemos tomado mucho conocimiento de la actual normativa comunitaria y de las lagunas que existen. Hemos escuchado a personas de primer nivel. La Línea da unas infraestructuras para que este negocio sea estratosférico en Gibraltar y hemos querido saber cómo nos asiste el derecho. El Gobierno español y la Junta de Andalucía no están haciendo sus deberes para que este negocio genere beneficios para las arcas españolas y para Andalucía y La Línea. No hacen sus deberes a nivel legal. El Gobierno español tendría que dar explicaciones de qué hemos recibido a cambio de la concesión de decenas de miles de líneas telefónicas en el año 2006 a Gibraltar para generar este negocio estratosférico. Qué oculta el Gobierno español para no dar explicaciones a este respecto. Quién se está beneficiando y quién se ha beneficiado, menos La Línea, en este suculento negocio. Los linenses, si recibiéramos nada más que el 0,1% de lo que ese negocio genera en Gibraltar, gracias a que los cables necesariamente tienen que estar en La Línea para que sea posible ese negocio, en La Línea no habría ni problemas de paro ni de ningún tipo. Seríamos una de las ciudades más prósperas de este país. Sin embargo, es indignante que toda esa infraestructura esté en La Línea y que los linenses no recibamos nada a cambio. Y, por lo tanto, a este asunto le vamos a hacer un seguimiento con todo lujo de detalles. Es el peor negocio llevado a cabo en La Línea por un ministro desde el cierre de la frontera. Es más, es un negocio de unas dimensiones tan extraordinarias, que la propia economía de paraíso fiscal de Gibraltar de hace unos años se queda en pañales. Eso sí, una vez más, gracias a la generosa aportación gratuita del pueblo de La Línea. Vamos a dejar de hacer el primo con esta situación.
—¿Qué le parece la oposición que está haciendo Gemma Araujo?
— Cuando escuchamos a la oposición por las iniciativas que estamos llevando a cabo para que haya riqueza en La Línea, parece más alguien que quiera presentarse en Gibraltar. Yo lo que la invitaría con su discurso es a que se presentara en Gibraltar, porque allí le iría mejor que aquí.
—¿Quiere darle algún último mensaje a los ciudadanos linenses?
—Que estamos en un momento histórico en La Línea, donde hemos levantado la espada por los intereses de la ciudad como nunca. En la unidad está la fortaleza de nuestro pueblo. Que el futuro está ahí, pero que hay que construirlo entre todos.

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