El aeropuerto de Jerez contabilizó 904.000 pasajeros a lo largo del pasado ejercicio, 12.464 menos que el año anterior, lo que supone un descenso interanual del 1,4 por ciento. El dato es francamente malo si se tiene en cuenta que en 2022 no se habían recuperado todavía los niveles que venían siendo habituales antes de la pandemia.
De hecho, el volumen de usuarios es un 19,4 por ciento inferior al que se observó en 2019, un año por cierto en el que ya se había observado una pérdida de pasajeros del 1,2 por ciento en relación a 2018, un hecho que merece la pena subrayar por cuanto en ningún caso ese retroceso podía relacionarse entonces con una crisis sanitaria que todavía no había tomado carta de naturaleza.
Los 904.000 pasajeros de este pasado 2023 ponen al aeropuerto de Jerez en un volumen de usuarios similar –aunque algo inferior- al de 2012 (913.394), cuando la gran crisis que arrancó en 2008 no había todavía invertido la tendencia a la baja de toda la actividad económica.
Fue necesario esperar a 2016 para que el aeropuerto empezara a mejorar sus datos, aunque con mucha timidez, alcanzándose en 2018 la cifra de 1.134.341 pasajeros, muy lejos todavía de los 1.607.968 que se registraron en 2007 y que constituyen a día de hoy la mejor marca de la serie histórica.
Y eso que la actividad turística se ha recuperado plenamente en la ciudad. Así, a falta de que se conozca el dato correspondiente al mes de diciembre, en el periodo comprendido entre enero y noviembre de este año pasado ya se estaban mejorando las cifras de pernoctaciones de 2019 y se estaba muy cerca de igualar el volumen total de turistas hospedados en los establecimientos hoteleros de la ciudad.
