Chacón, que acompaña al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza, dijo que esta cumbre supone "el principio del fin de la misión de la comunidad internacional en Afganistán".
En esta cita, los aliados tienen que concretar el proceso de traspaso del control del territorio a las fuerzas de seguridad afganas y Chacón explicó que España están en disposición de hacerlo en Herat y Badghis, zonas en las que están desplegados los españoles, antes de finales de 2012.
España mantiene desplegados actualmente en Afganistán unos 1.500 efectivos, distribuidos en su mayoría en Herat, con una base de apoyo avanzado (FSB), y en Qala i Naw, con un equipo de reconstrucción provincial (PRT).
La titular de Defensa dijo que la trasferencia de responsabilidades a los afganos se hará con "prudencia" y "determinación", pero siempre dentro de un proceso que los aliados quieren que sea "irreversible" y "sin marcha atrás".
España llega a Lisboa con la decisión de apoyar la estrategia de la OTAN en Afganistán, que fija el traspaso de responsabilidades a las autoridades afganas a partir del próximo año y que concluirá en 2014.
La primera jornada de la cumbre estuvo centrada en el nuevo concepto estratégico de la Alianza para hacer frente a retos globales como el terrorismo o las armas de destrucción masiva.
En este contexto, la OTAN declaró el Centro de Lucha contra Artefactos Explosivos Improvisados que tiene España en Hoyo de Manzanares (Madrid) centro de excelencia.
Según explicó Chacón, este organismo se convierte en referencia mundial en la lucha contra este tipo de artefactos y formará anualmente a trescientos militares de la OTAN en detección y desactivación de minas.
Chacón avanzó también la disposición de España a participar en la financiación y el desarrollo del sistema antimisiles que prepara la Alianza, iniciativa a la que se ha invitado a participar a Rusia.
Ante el plenario de la cumbre, Zapatero elogió el proceso de asociación de la OTAN con Moscú, que se materializará este sábado, porque supone, dijo, "un paso definitivo para consolidar la seguridad", pero hizo un balance menos positivos de la relación con el Mediterráneo.
Instó así a los países aliados a intensificar el diálogo con esta región, donde se concentran algunos de los riesgos más importantes para la seguridad colectiva debido al conflicto palestino-israelí.
En un debate a puerta cerrada, según apuntaron fuentes del Ejecutivo español, Zapatero advirtió también del peligro de tener "ángulos muertos" en la seguridad colectiva y apostó por incorporar al diálogo aliado a países emergentes como China e India.
Zapatero no tiene previsto ningún encuentro bilateral durante esta cumbre con el presidente estadounidense, Barack Obama, pero su ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, que también le acompaña en Lisboa, se reunirá este sábado con la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
Será su primera toma de contacto y uno de los probables asuntos de esa reunión será, previsiblemente, la respuesta internacional al conflicto del Sáhara Occidental tras el violento desmantelamiento del campamento saharaui instalado en las cercanías de El Aaiún.
