Los monjes benedictinos de la Basílica han oficiado hoy, como cada 20 de noviembre, el funeral en conmemoración de la muerte de Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera, aunque en esta ocasión sin la asistencia de fieles por motivos de seguridad, debido a las obras que se acometen en el recinto desde principios de año.
A pesar de esta prohibición, un centenar de personas se ha congregado en las puertas del recinto y, al constatar que la Guardia Civil les impedía el acceso, han decidido quedarse en la puerta rezando y coreando consignas como "Se nota, se siente, Franco está presente", sin que se produjesen altercados.
Al menos tres de estas personas portaban banderas de España preconstitucionales.
Una de las participantes en la concentración ha explicado a EFE que ella y varios allegados suelen acudir todos los años al funeral, a pesar de que en las últimas ocasiones la Guardia Civil registraba sus coches, y ha criticado que no puedan entran en la Basílica "sólo a rezar".
A mediodía este grupo ha comenzado a abandonar las cercanías del Valle de los Caídos, donde a la una han convocado una concentración el Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid y el Foro Social de la Sierra del Guadarrama bajo el lema "Verdad, justicia y reparación para las víctimas del franquismo".
Estos colectivos reivindican, entre otras cosas, la voladura de la gran cruz que preside la Basílica al considerar que la misma debe ser desmantelada porque "de ninguna forma se puede consentir que se siga alzando hacia el cielo ese símbolo de muerte y venganza".
En la zona hay desplegado un amplio dispositivo de la Guardia Civil, que ha pedido a las personas que se han congregado a las once de la mañana que abandonen el lugar antes de que lleguen los integrantes de la concentración.
Los monjes que administran la Basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos tienen establecida entre sus cargas fundacionales, en virtud del Decreto Ley de la Fundación firmado el 23 de agosto de 1957, la obligación de oficiar un funeral por todos los caídos por España, ha explicado a EFE uno de sus integrantes.
El 2008, tras unos incidentes en las puertas del Valle, los monjes decidieron separar el funeral por todos los caídos de la misa por Franco y Primo de Rivera, de manera que el primero se celebra a principios de mes y el segundo el sábado más cercano al 20-N.