La detección de la enfermedad se produjo el pasado día 26 de diciembre, cuando la joven ingresó en el centro hospitalario con un cuadro de afecciones similar a la registrada en casos de meningitis. A partir de la mañana del día 27, el Área Sanitaria del Campo de Gibraltar comenzó a aplicar el protocolo sanitario en este tipo de casos, consistente en la quimioprofilaxis a todas las personas que habían mantenido un contacto físico cercano con la paciente.
Dicha profilaxis consiste en la aplicación de un tratamiento antibiótico a los familiares y amigos íntimos del enfermo, para evitar el contagio. El Área de Gestión Sanitaria mantiene una vigilancia exhaustiva en la atención a la citada paciente, si bien se descarta cualquier posibilidad de contagio o de alarma, al no haberse registrado más que este caso aislado.
El llamamiento a la tranquilidad se hace especialmente necesario cuando la noticia ha corrido a través de las redes sociales de internet de forma tergiversada.
La epidemióloga el Área Sanitaria del Campo de Gibraltar, Carmen Montaño, puso de manifiesto a este diario que el caso de la joven de 17 años es el único que se ha registrado, y que la sensación de alarma se corresponde únicamente con los rumores que han circulado a través de internet.
Enfermedad
En la sepsis meningocócica, el cuadro clínico de comienzo no se diferencia excesivamente del de una meningitis. El enfermo presenta de forma brusca escalofríos, fiebre alta, dolor de cabeza, vómitos, algunas veces dolores abdominales o articulares.
A este cuadro inicial. se suma de una forma progresiva un deterioro cardiocirculatorio, y no muchas horas después de la iniciación aparece el síntoma característico de la enfermedad, las púrpuras, que son manchas de color rojo vinoso de pequeño tamaño que se distribuyen por todo el cuerpo, aumentando rápidamente en número y tamaño.
Este cuadro también recibe el nombre de púrpura fulminante, en alusión a la rapidez de su evolución, pues desde el comienzo hasta su desenlace final pueden transcurrir muy pocas horas. En el caso detectado en el Punta Europa ha sido vital la precocidad del diagnóstico, una rapidez de actuación médica que ha permitido controlar el posible contagio a las personas más cercanas y la estabilización de la paciente.
El último caso de meningitis registrado en la comarca se produjo en el verano de 2009, cuando una niña de tres años ingresó en estado grave en el servicio de Urgencias del hospital de La Línea, siendo trasladada al hospital Puerta del Mar de Cádiz, donde falleció finalmente.