Según han confirmado a Efe fuentes de la Jefatura Superior de Policía, el letrado murió a mediodía de ayer en el hospital Gregorio Marañón.
Alfonso Díaz Moñux, especializado en casos de tráfico de drogas, defendió a uno de los acusados en la denominada operación Pipol, llevada a cabo en Asturias en julio de 2001 y que permitió desarticular dos redes dedicadas al tráfico de drogas e intervenir cartuchos de Goma-2 y detonadores industriales.
Dos de los imputados en la operación Pipol fueron imputados también en el juicio por los atentados del 11-M.
El letrado compartía bufete con su compañero Emilio Murcia Quintana, con quien ha ejercido su profesión en nombre de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT).
El abogado resultó herido muy grave tras ser tiroteado cuando, acompañado de una mujer, se disponía a subir a su coche, aparcado en el garaje de su casa.
Cuando los facultativos del Samur-Protección Civil le atendieron presentaba dos heridas por arma de fuego, una de ellas en la mandíbula y la otra en la zona temporal izquierda del cráneo, por lo que le estabilizaron, le intubaron y le trasladaron en estado muy grave al hospital Gregorio Marañón, donde finalmente ha fallecido.