Bloon es un enorme globo de helio del que penderá una cabina con capacidad para dos pilotos y cuatro “turistas” que no deberán realizar ningún entrenamiento especial para el vuelo ni tener unas condiciones físicas determinadas, asegura a Efe el responsable de la empresa, José Mariano López Urdiales.
El globo se elevará, por la menor densidad del helio, hasta una altura de entre 30 y 36 kilómetros, un punto en el que ya se ve perfectamente la curvatura de la Tierra, y se observa también la oscuridad del cielo y las primeras estrellas: “una experiencia visual similar a la de los astronautas”.
Hasta que decidió dedicarse por completo a este proyecto, López Urdiales, fue profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Industrial y Aeronáutica de Terrassa (Barcelona), centro del que provienen todos los trabajadores de la empresa catalana.
El vuelo, que dura una hora y media, partirá de una localización todavía por determinar -están en conversaciones con diferentes administraciones locales- pero donde no podrá haber ni mucho tráfico aéreo ni estar ubicado en un área junto a la costa en la que haya viento fuertes que pudiera llevar el globo al mar, “porque aunque amerizar es factible resulta incómodo”.