La campeona olímpica de bádminton Carolina Marín, que este viernes recogerá el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2024, ha asegurado que se encuentra "muy feliz" de recibir el galardón porque le "reconforta" tras la grave lesión sufrida en los JJ.OO. de París, para la que aún necesita tiempo.
En una rueda de prensa tras su llegada a Oviedo, Marín ha admitido que la lesión ha marcado un "punto importante" en su vida y en su carrera deportiva.
Ha afirmado que "todavía" necesita tiempo, y que no tiene "ninguna prisa" después de que en el primer momento quisiera "colgar la raqueta".
La jugadora, que ha señalado que una vez pasa el tiempo y reflexiona ve las cosas de "otra manera", ha reconocido que le daría "mucha pena" que la lesión le retirase de una pista, lo que tratará de evitar volviendo a entrenar para poder retirarse en una cancha.
Marín (Huelva, 1993) se ha mostrado "muy contenta y feliz" de poder estar en Oviedo, un momento que esperaba durante varios meses, desde el primer minuto en el que le dijeron que iba a ser proclamada ganadora del premio Princesa de Asturias de los Deportes, algo que "soñaba desde hace ya varios años".
Se ha mostrado "fundamentalmente agradecida" por este "gran reconocimiento" a toda su carrera deportiva, un camino en el que "las medallas son muy bonitas", si bien se queda con "todo ese esfuerzo, sacrificio, mucho trabajo y también muchas renuncias que hay detrás para conseguir grandes recompensas, medallas y sueños".
"Me queda una semana muy bonita por delante", ha afirmado la onubense tras el recibimiento "increíble" que ha tenido en Oviedo: "Nunca" podré olvidar el momento cuando he salido a las puertas del hotel y han empezado a sonar las gaitas. Así que muchísimas gracias a todos".
Un premio para el bádminton
La campeona olímpica en Río 2016, medalla de oro en tres mundiales y en siete europeos, ha confesado sentirse "muy feliz", sobre todo porque el Princesa de los Deportes haya reconocido todo lo que ha hecho durante su vida, en la que "gracias al deporte" he logrado "muchas cosas", "grandes sueños que, quizás en España, era algo totalmente impensable en un deporte que nadie conocía, en el que de repente una chica empieza a ganar grandes cosas".
"Es un premio ya no solamente a mi persona, sino sobre todo también a mi deporte. Haber hecho que en todo el país se hable de bádminton, se sepa lo que es, y mucho más importante, que incluso también lo quiera practicar mucha gente".
Tras recordar que en sus inicios participó en varios torneos en Asturias, ha señalado que le hace "especial ilusión" regresar porque le hace recordar muchas cosas de su infancia.
Sacar siempre algo positivo
Sobre la grave lesión de rodilla que sufrió en los JJOO de París cuando estaba a punto de clasificarse para la final olímpica, ha afirmado que de "todo momento difícil o negativo" siempre intenta sacar "algo positivo", y una de las cosas positivas de ese percance ha sido "poder pasar tiempo en casa con la familia", tras marcharse con 14 años, y desde entonces no haber podido pasar en todos estos años "más de una semana con ellos".
Marín ha citado a su familia, especialmente a su madre, que la acompañaba en la sala de prensa, y a su equipo de trabajo como el "motor de impulso" en la etapa en la que lo ha pasado "muy mal" porque "no ha sido fácil salir de donde estaba" hasta llegar al día de hoy, en el que tras "reflexionar" ve "otra perspectiva".
A su juicio, era "totalmente impensable" que una chica española pudiera dominar en un deporte "tan asiático", por lo que haber roto esa barrera y haber ganado "tiene su mérito", y el Premio Princesa de los Deportes "reconoce todo el mérito que hay detrás en un país como España, en un deporte totalmente desconocido y muy minoritario".
Un referente para los más jóvenes
La andaluza ha defendido la importancia de que un deportista "disfrute lo que haga" en sus inicios en la actividad que practique, y ha llamado la atención sobre la importancia de contar con un referente nacional, que en su caso "obviamente" no existía, mientras que la actualidad los niños "pueden tener esa suerte" al contar con ella, destacando los valores que demuestra "tanto dentro de la vista como fuera".
Respecto a las principales cualidades que precisa reunir un jugador de bádminton de alto nivel, ha mencionado "mucha velocidad, cambios de ritmo, resistencia, y un poco de fuerza", necesaria para "expulsar el volante hacia donde quieres mandarlo en la pista".
En relación a la ayuda que aportan los psicólogos a los deportistas, Marín ha afirmado que trabaja desde los 15 años con estos profesionales, a los que se encuentra "muy agradecida" porque siempre le han cogido de la mano y le han llevado para adelante".
