Sí, después de muchos años soportando la conexión con la vecina Extremadura a base de parches no solo en la carretera N-435, sino en aquellos destartalados trenes que salían de Huelva Término y después de atravesar la Plaza del Doce de Octubre, en lugar de tirar para Sevilla lo hacían por este enclave y muchos vecinos del Molino de la Vega y las Colonias, y por supuesto Santa Lucía, se acercaban a la vía y saludaban a los pasajeros. Sí, una estampa de aquella Huelva de los años 70 en los que el Polo fue santo y seña para un progreso que al menos hasta ahora ha servido o sirve para sellar industrialmente una provincia que, al decir de los políticos actuales, y no se equivocan, ha ido creciendo en casi todo menos en infraestructuras viarias, aparte el déficit que casi seguro se irá acentuando no solo ante las exigencias del campo, sino de esas nuevas industrias que, dicho sea de paso, nos tienen algo así como anonadados y deslumbrados.
El otro día, el presidente de la Diputación Provincial entró a matar, como se dice taurinamente hablando, en el secular problema de esa carretera nacional que irónicamente escribiendo, o hablando, nos separa de esa Extremadura que apenas conocemos y que, según me consta cuando en más de una ocasión abordamos el tema de las comunicaciones entre onubenses y pacenses, para ser más claros y contundentes. El señor Toscano ha puesto el dedo en la llaga y no ha dudado en sacar a la palestra una necesidad inaplazable ya que la N-435 “es nuestro principal nexo de unión con la Sierra de Aracena y Picos de Aroche y -ojo al dato, como si el tiempo nos retrotrajese a esos años previos al Polo de Promoción Industrial- con el sur de Extremadura”, y en lo que se refiere a esa vía con raíles de madera todavía (¿) que, se reafirma con contundencia don David “requiere una intervención que garantice tanto la seguridad de los usuarios como una mayor eficiencia en la movilidad”.
Sí, hemos llegado a un momento en el que ante un negro panorama Huelva se la está jugando porque la salida hacia Sevilla y Madrid -y ¿qué me dicen del sangrante aislamiento con la entrañable Cádiz?- sigue a expensas de promesas y más promesas -yo diría también que lamentables engaños (¿)- porque en el curso de varias décadas hemos perdido aquellos expresos desde Ayamonte a Madrid, y el simpático Talgo, y aquella unidad cuyo nombre lamento no recordar, y aquella bofetada a dos manos cuando nos quitaron sin la más mínima explicación aquel tren que utilizaba la vía hacia Zafra -donde terminaba un recorrido que se hacía demasiado corto- y cambiaba el rumbo desde Gibraleón, para seguir por la costa y dejarnos a orillas del Guadiana, a modo de castigo, una vez más, como ahora sucede con el AVE de marras, porque entonces no había puente y a base de grandes canoas teníamos que conformarnos para ir a comprar sábanas a Portugal.
Las cosas así, para la Diputación Provincial de Huelva y para las Comisión de Infraestructuras, y muchos estamentos más, “la prioridad sigue siendo el desdoble de la N-435 entre San Juan del Puerto y Zalamea La Real, como quedó así recogido en el Libro Blanco de las Infraestructuras, elaborado por consenso en el seno de la comisión en la que el desdoble y mejora de la N-435 ha sido la demanda más insistente desde que se constituyó la comisión, por encima incluso del AVE”. El asunto demanda una compleja solución de mejoras inmediatas, soluciones que según don David “contribuirían a mejorar la vertebración del territorio -ahora me explico cuando hubo un intento de unirnos al vecino Portugal- y a mejorar la vertebración del territorio y la seguridad en una infraestructura clave para la provincia”. Sí, algo que afecta también a Extremadura y a Badajoz concretamente, por lo que sería positivo consensuar lo que queremos con nuestros vecinos del norte, ya que ante todo somos dos territorios limítrofes que compartimos intereses y flujos y que nos aportamos mucho.
Sí, ante esta videncia no podemos olvidar -ojo al dato- que el Puerto de Huelva es el puerto de Extremadura y nuestras playas son las playas de Extremadura. Nos une demasiado para no hablar, como ha sentenciado el señor Toscano Contreras, un dirigente político que quiere a Huelva y que tiene cuerda para rato ya que, ante todo, considera algo prioritario e inaplazable la mejora de esa carretera, y todo ello sin olvidar la línea ferroviaria con Zafra, cuya parcial renovación solo incluye raíles y traviesas, y mejoras o modernización ( ¿ ) de los pasos a nivel. Sí, porque lo de la electrificación no cabe en la agenda, y a lo mejor esperan, emulando llegar a 1833, fecha de conformación de la provincia, y momentos claves en la aproximación de Huelva a Extremadura, como la Exposición Onuboextremeña -1886-1903- a través de la cual se manifiesta una simbiosis económica entre las dos provincias extremeñas y Huelva que iría madurando hacia el deseo compartido de una comunidad onubo-extremeña y el Proyecto de Ley de Mancomunidades de 1912. Eso.
