Esta próxima Semana Santa serán tres las cuadrillas de hermanos costaleros que cumplirán sus primeros 50 años de existencia: las de Cristo Rey, Nuestro Padre Jesús de las Misericordias y el Señor de la Flagelación.
En este último caso, la Hermandad de la Amargura se encuentra ya inmersa en la celebración de una serie de actos conmemorativos que arrancó este pasado sábado con la presentación de un cartel de Miguel Ángel Castaño. Inserta en esa obra aparece una vieja fotografía, posterior a aquella Semana Santa de 1975, en la que aquella cuadrilla de hermanos costaleros ofrece un homenaje a Manuel Olmedo Papi, que había ejercido como capataz.
Francisco Garrido Arcas, que ha sido hermano mayor de la Hermandad de la Amargura, presidente de la Unión de Hermandades y pregonero de la Semana Santa, es uno de los supervivientes de aquella auténtica hazaña. En el momento de poner en pie esa cuadrilla ejercía como tesorero y, precisamente por este motivo, tenía trato personal tanto con Papi como con sus costaleros asalariados. “Recuerdo que me desplazaba a la calle Cazón, donde vivía Manolo Olmedo, para pagar uno por uno a todos los miembros de su cuadrilla”.
Se daba además la circunstancia de que junto a otros tres hermanos de la cofradía “ya cargaba el paso del Señor de la Flagelación” con la cuadrilla de profesionales. “Se lo pedíamos a Papi el Miércoles Santo, nos igualaba con el resto y entrábamos”, explica. De hecho, a día de hoy tiene “un recuerdo muy entrañable” de ese grupo.
Ese contacto previo con el mundo de abajo, así como “el éxito de la cuadrilla de la Hermandad de los Estudiantes de Sevilla y la valentía de las Angustias”, de su “querídisimo y recordado Lete”, -en 1973 y 1974, respectivamente-, animó a tratar de emular aquellas gestas, aunque con la diferencia de que en el caso del paso del Señor de la Flagelación, estábamos hablando de “un verdadero barco”.
Aquella fue por tanto “una auténtica locura”, entre otras cosas porque “solo había 45 costaleros, no había reservas, y nunca regresábamos al templo los 45”. Se hicieron múltiples ensayos e incluso se llevó “dos veces” el paso completo a la Catedral, porque ciertamente “había miedo”.
Bajo las trabajaderas se pasaba entonces “muy mal”. “De vuelta por Corredera fue muy duro y hubo un momento, en la esquina con Pedro Alonso, en la que apenas podíamos levantar el paso”, reconoce Garrido. Fue entonces cuando bajo el Señor de la Flagelación sonó una frase que no ha podido olvidar. “Alguien dijo que aquello pesaba una barbaridad y un costalero, cuyo nombre no recuerdo, dijo… ‘cómo no va a pesar, si la columna del Señor lleva todos los pecados del mundo’. Aquello me impresionó porque era un comentario teológico de mucha profundidad para el momento que se estaba viviendo”, evoca.
Pepe Valderas, Miguel Gutiérrez, Pedro Sánchez, Pepe Galán, José Luis Zarzana, Pepe Montiel, Juan Carlos Fabregat… Unos marcharon para siempre y otros siguen incluso viviendo el día a día de la hermandad, que tuvo en esa cuadrilla de hermanos costaleros “un auténtico revulsivo”. “Las cofradías en general estaban entonces un poco bajas de entusiasmo y esas cuadrillas generaron un movimiento muy especial”, añade.
Hoy, el Señor de la Flagelación es portado “por unos 130 costaleros”, nada que ver con aquella aventura que suponía ponerlo en la calle con los 45 que realmente calza su paso. Pero eso sí, sigue teniendo “un carácter propio”, como reconoce el actual hermano mayor, Alejandro Aguilar. “La cuadrilla es un germen de personas comprometidas con la hermandad y de hecho muchos miembros de la junta de gobierno hemos pasado por esas trabajaderas o somos hijos de otros que también lo hicieron”, comenta, al tiempo que reconoce que “muchos proyectos” de la cofradía no hubieran salido adelante gracias al empuje de los costaleros y a su trabajo tanto en la caseta de Feria como en otro tipo de eventos.
El próximo 26 de marzo, justo cuando se cumplirán 50 años del Miércoles Santo de 1975, una mesa redonda permitirá que los jóvenes conozcan de primera mano las vivencias de aquellos primeros hermanos costaleros del Señor de la Flagelación.
Y el 2 de abril, todos ellos estarán invitados a compartir un rato de oración ante la imagen atada a esa columna que carga con “todos los pecados del mundo”.
