Se trata de una de las propuestas de ambos mandatarios para contribuir a reforzar el gobierno económico de la zona euro y reforzar la consolidación presupuestaria de sus socios, según recoge la misiva dirigida a Van Rompuy, a la que ha tenido acceso Europa Press.
Sarkozy y Merkel defienden que los fondos estructurales y de cohesión contribuyan "a apoyar las reformas indispensables destinadas a mejorar el crecimiento económico y la competitividad de la zona euro" pero insisten en que a la vez "deben contemplar mejorar la competitividad y la reducción de los desequilibrios en los Estados miembros a los que se dirigen recomendaciones en el marco de los procedimientos de desequilibrios excesivos".
Asimismo, defienden que los fondos no utilizados por los países sujetos a un programa de consolidación fiscal "podrán reunirse en un fondo para el crecimiento y la competitividad que será gestionado a nivel europeo por la Comisión".
En este caso, "la Comisión deberá automáticamente proceder a un control para vigilar que los fondos estructurales y de cohesión apoyan de forma óptima el programa de ajuste macroeconómico. Debe participar también en la selección de los proyectos. En el seno de la misma Comisión, el comisario de Asuntos Económicos y Financieros deberá jugar un papel decisivo en este proceso", insisten ambos mandatarios.
A cambio de esta mayor flexibilidad en el uso de los fondos europeos, Sarkozy y Merkel consideran que "en el futuro" dichos fondos "deberán ser suspendidos en los países de la zona euro que no cumplen las recomendaciones del procedimiento de déficit excesivo".
REGLA DE ORO PARA EQUILIBRIO PRESUPUESTARIO
Tal y como avanzaron este martes en rueda de prensa, ambos mandatarios trasladan a Van Rompuy su deseo de que los Estados miembros de la zona euro incluyan "de aquí al verano de 2012 una regla de equilibrio presupuestario en su legislación nacional", en principio "de nivel equivalente" a la norma constitucional.
"La regla debe poner en marcha los objetivos del pacto de Estabilidad y Crecimiento y garantizar que cada Estado miembro de la zona euro presenta lo antes posible un presupuesto equilibrado. Garantizará también una reducción sostenible del nivel de deuda en el caso de superar el nivel de referencia (60 por ciento del PIB)", subrayan ambos mandatarios en la misiva.
Asimismo, piden que "de aquí a finales de 2011" los Estados miembros de la eurozona cuya deuda sobrepase el 60 por ciento del PIB presenten "un plan de reducción de su deuda por debajo del valor de referencia" y además precisen "cómo van a tener en cuenta el impacto del envejecimiento de la población en la sostenibilidad de la deuda a largo plazo".
"Todos los Estados miembros de la zona euro sin tardar deben confirmar su determinación de poner en marcha rápidamente las recomendaciones europeas para consolidar el presupuesto y las reformas estructurales, fundamentalmente en materia de mercado laboral, competencia en sector de servicios y políticas de jubilación. Deberán ajustar sus proyectos de presupuesto en consecuencia", insisten ambos mandatarios, que instan a Gobiernos y Parlamentos nacionales a "revisar" sus proyectos de presupuesto en el caso de los países que han recibido recomendaciones en el marco del Semestre Europeo.
COOPERACIÓN REFORZADA EN MATERIA FISCAL
Sarkozy y Merkel insisten en su misiva en la necesidad de que la eurozona haga "progresos suplementarios en materia de coordinación de las políticas fiscales para apoyar la consolidación presupuestaria y el crecimiento económico" y por ello entienden que las 17 economías que comparten el euro "deben estar preparadas para contemplar la cooperación reforzada para avanzar en el campo de la coordinación fiscal". "Deberán reforzar su cooperación a fin de evitar las prácticas fiscales dañinas y para luchar contra el fraude y la evasión fiscal", explican ambos mandatarios.
Después de que este martes Francia y Alemania se comprometieran a impulsar un impuesto de sociedades común, invitan al resto de países de la eurozona a "implicarse para culminar una negociación sobre la propuesta de la Comisión para una base imponible común consolidada del impuesto de sociedades antes de finales de 2012".
Para afianzar la convergencia económica de las dos economías más grandes de la eurozona, Sarkozy y Merkel avanzan a Van Rompuy la intención de ambos Ejecutivos de reunirse al inicio de cada semestre europeo para intercambiar datos sobre las políticas económicas y presupuestarias que impulsarán. La primera reunión tendrá lugar en enero de 2012.
GOBIERNO ECONÓMICO PARA PREVENIR NUEVAS CRISIS
Sarkozy y Merkel insisten en su misiva en la necesidad de que "la zona euro tiene que reforzar y racionalizar su marco institucional para mejorar la eficacia de sus procedimientos de decisión y favorecer la coherencia de instituciones y sus procedimientos", eso sí "en el marco de los tratados existentes", después de que ayer reclamaran un "verdadero" gobierno económico de la eurozona formado por los jefes de Estado y de Gobierno del área y bajo la presidencia de Van Rompuy en un primer momento. "Hemos expresado nuestro deseo de que usted pueda asumir este cargo", le explican.
Dichas cumbres de líderes de la eurozona, que deben ser "la piedra angular del nuevo Gobierno económico de la zona euro", "deben garantizar especialmente la buena aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento por los Estados de la zona euro", permitir la discusión de "las dificultades a las que se enfrentan determinados Estados" y que se tomen "las decisiones necesarias para prevenir las crisis".
"Estas cumbres permitirán igualmente analizar la evolución de la competitividad en la zona euro y definir las directrices principales de la política económica en la zona euro a fin de promover un crecimiento durable, alentar la competitividad y evitar la aparición de desequilibrios", han precisado. Igualmente, consideran que "el Eurogrupo de Ministros de Finanzas deberá ser reforzado" en la nueva arquitectura de gobernanza.
Tal y como avanzaron este martes, ambos dirigentes han confirmado a Van Rompuy que "antes de finales de septiembre" presentarán una propuesta "común" para impulsar un impuesto sobre las transacciones financieras.