Para Pereña, supone “que me paguen el tiempo que he estado luchando y batallando por esta ciudad y por sus habitantes”, de la que asegura que “me siento algecireño desde que llegué, en 1968”.
Entonces, Manuel Pereña llegaba a una joven Algeciras desde su Tetuán natal, destinado por concurso a la factoría de Celupal. Sería dos años más tarde cuando comenzaría a demostrar su implicación social, impulsando el incipiente movimiento asociativo algecireño.
Lo hizo como secretario de la asociación de padres del colegio Nuestra Señora de los Milagros. A partir de aquí, comienza una ingente labor social, que le lleva a fundar la Sociedad del Cante Grande, la Unión Fotográfica de Algeciras, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Algeciras (FAVA), de la que fue su primer presidente, o la más reciente federación vecinal Fapacsa.
El Acebuchal
Pero sería en 1978 cuando ocuparía la que ha sido su principal labor social, como presidente de la asociación de vecinos El Embarcadero-El Acebuchal, cargo que ostentaría en los siguientes 32 años.
Él mismo reconoce que, por la barriada, ha hecho “muchísimas cosas. Era toda de terreno, había muchos pozos ciegos, no había luz eléctrica. Y ahora hay que ver la barriada cómo ha progresado. Es una barbaridad”.
A la hora de recordar todos esos años de lucha social, afirma que se tiene que acordar “de muchas personas, porque hacer una lista sería interminable. Yo no hubiese sido presidente sin la ayuda de todas estas personas, como José Gomá, Manolo Gomá, Juan Carrasco o Ildefonso Salas”.
Desde Izquierda Unida quisieron también ayer, como ya hizo Fapacsa en días anteriores, reconocer la intensa labor que desarrolló Pereña en el seno del partido, del que fue concejal electo por las listas del Partido Comunista de España de 1983 a 1987, y candidato a la Alcaldía de Algeciras en 1991 y 1995 por IU.
