Enfundada en un ceñido vestido rojo, luciendo un tipazo espectacular y mostrándose de lo más feliz. Así se presentó la recién estrenada mamá en el concierto de su marido en Nueva York.
Beyoncé hizo una aparición estelar y sorprendió con su estilismo que evidenciaba lo rápido que se ha recuperado de su maternidad, sólo un mes después de dar la bienvenida a Blue Ivy.
La artista está radiante y la verdad es que no lo puede ocultar. Con su rubia melena al viento y un maquillaje muy sutil, enamoró a todos los asistentes con su despampanante belleza y su impresionante figura.
Enfundada en un sensacional vestido rojo drapeado con unos altísimos Louboutin con pedrería dedicó mil y una sonrisas a los periodistas que se agolpaban a la entrada del recinto ansiosos por conseguir la primera instantánea de la cantante.
Otro gran ejemplo de que tener un hijo no tiene por qué suponer perder la línea.
