El acusado Alfonso A.C., según la sentencia a la que ha tenido acceso Efe, se encontraba a las 16.00 horas del 16 de agosto de 2004 en el pantano Torre del Águila cuando prendió fuego con un mechero a unos matorrales.
El fuego se extendió de inmediato a un pinar y un olivar, donde había abundante vegetación combustible, y causó daños valorados en 6.300 euros en la parte del terreno perteneciente a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y en 1.250 euros en una finca privada, de cuyo pago se hace responsable al procesado.
El juicio por estos hechos debía celebrarse ante un jurado popular, al tratarse de un delito de incendio forestal, pero no llegó a convocarse porque el acusado reconoció los hechos y aceptó la petición de cárcel planteada por el fiscal.
Precisa la sentencia que el incendio pudo ser extinguido porque el guarda encargado de la vigilancia del embalse llamó a los bomberos, con lo que las llamas no llegaron a poner en peligro vidas humanas, aunque sí que llegaron a 50 metros de las viviendas de los trabajadores del pantano.
La sentencia aplica al acusado la eximente incompleta de drogadicción, ya que cuando ocurrieron los hechos padecía una alteración de su conducta como consecuencia de dicha dependencia, que "influía moderadamente en su capacidad de comprensión y voluntad".
También le aplica la atenuante de dilaciones indebidas en la administración de justicia porque los hechos se iban a juzgar ocho años después, lo que constituyen "retrasos extraordinarios e indebidos por causas no imputables al acusado"
