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Sevilla

Un toxicómano confiesa que mató a otro con un martillo

Pero niega que hubiera amenazas

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Un toxicómano ha reconocido hoy que mató a otro golpeándole con un martillo después de tres días consumiendo droga juntos, aunque ha negado las posteriores amenazas a una mujer que les acompañaba para que silenciara el crimen.

En su declaración ante el jurado popular que enjuicia los hechos, el acusado Juan L.R., de 47 años, ha reconocido que mató a José Antonio C.G. en una casa en ruinas de Palomares del Río (Sevilla) por causas que no ha precisado aunque posiblemente se debieron a los celos.

El asesinato ocurrió el 26 de junio de 2010 en una casa en ruinas conocida como "Casa de la loca" en un camino rural de Palomares del Río, donde el procesado ha declarado que llevaban tres días consumiendo droga juntos y que el luego fallecido la traía de mala calidad.

Por este delito que el acusado ha reconocido se enfrenta a una petición del fiscal de 17 años de cárcel, mientras que por el delito de amenazas a la mujer que les acompañaba la Fiscalía pide para él tres años y medio de prisión.

Según el relato de la Fiscalía, después de varias horas en el lugar, Francisca M.M. y José Antonio C.G. se dirigieron al coche del acusado, que estaba aparcado en la puerta de la casa, lo que hizo creer a éste que entre ellos existía una relación sentimental.

Por ello, cuando Francisca y José Antonio regresaron del coche y el hombre se estaba abrochando los zapatos, el acusado, con ánimo de acabar con su vida, comenzó a golpearle con un martillo en la cabeza y siguió haciéndolo cuando cayó al suelo.

Finalmente, le propinó "un fuerte golpe con una piedra en la cabeza" con el fin de "conseguir la consecución de su objetivo", según el fiscal, que precisa que la víctima sufrió un traumatismo craneoencefálico severo y otras heridas que provocaron su fallecimiento por lesión irreversible de centros nerviosos vitales.

El acusado ha negado al jurado haber dado un puñetazo a Francisca y haberle amenazado diciendo "acuérdate de que te puede pasar lo mismo a ti", pues según su declaración la mujer le ayudó a transportar el cadáver a otra habitación de la casa.

La víctima convivía con su madre, para quien la fiscalía pide 100.000 euros de indemnización, y no tenía descendencia.

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