Pasan los días, se acerca el comienzo de la pretemporada y el cuadro nervionense sigue sin encontrar el central que tanto demanda Míchel para el eje de la zaga. Entre unos que no vinieron porque se metió otro club por medio cuando las negociaciones estaban cerca de llegar a buen puerto y otros que cuestan más de lo que en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán aseguran que valen, el técnico madrileño continúa sin tener a sus órdenes la nueva versión de Javi Navarro o Pablo Alfaro.
Entre las muchas opciones que baraja Monchi existe una que gusta bastante, con un futuro prometedor... aunque igual un poco cara para los complicados tiempos que nos han tocado vivir: hablamos de Héctor Moreno, central zurdo que en las filas del Espanyol se ha convertido en uno de los fijos de la selección de México.
Vari0s son los informes que existen en Nervión de este futbolista de 24 años. Todos positivos. Un jugador que el Espanyol ha tasado de manera extraoficial en una cifra cercana a los cuatro millones de euros (aseguran desde la Ciudad Condal que varios equipos de la Premier League han puesto sus ojos en un profesional que también puede actuar como ocasional mediocentro.
Si el cuadro sevillista decía que pagar más de un millón de euros por ‘Cata’ Díaz era una locura y que Iván Ramis no vale más de dos... ¿está en disposición de soltar de golpe casi 700 millones de las difuntas pesetas? Aseguran los que lo han visto jugar que sería un buen negocio de cara a poder venderlo a un precio superior. Vamos, una inversión más que un gasto.
El cuadro periquito, al que tampoco la cosa económicamente hablando le va muy bien, quiere venderlo antes de que se pueda marchar con la carta de libertad bajo el brazo (acaba contrato el 30 de junio de 2016). Y sabe que el Sevilla anda buscando a un jugador del corte del mexicano. El interesado, estos días con su selección, se siente muy cómodo en la Ciudad Condal (donde llegó tras defender la camiseta del AZ Alkmaar), quiere seguir al lado de Mauricio Pochettino... aunque nunca ha descartado cambiar de aires para actuar en un equipo con miras más altas.
Toca saber si lo apuntado por los técnicos es una excusa para tirar de chequera o no sirve para gastarse más de lo planificado en reforzar el centro de la retaguardia.