La Unión de Sindicatos de Trabajadoras y Trabajadores de andalucía (Ustea) denuncia la precariedad que supone la subcontratación de los servicios educativos en la comunidad andaluza, algo que repercute en un buen número de trabajadores de los centros educativos dependientes de la Consejería de Educación de la Junta y que “se asemeja a la privatización”.
Desde Ustea afirman que la implantación de servicios educativos complementarios para las familias se ha realizado a través de la subcontratación por entidades y empresas privadas provocando una fuerte precariedad laboral para las trabajadoras, ya que en su su mayoría son mujeres, y una degradación de los servicios que se prestan, al introducir en ellos la lógica del beneficio privado de las empresas que lo gestionan.
“Algunas empresas subcontratadas del sistema educativo público se quedan con 7,5 euros de cada 12 euros que la administración les paga por hora de cada trabajado”, denuncia esta plataforma sindical, para añadir que “una de las líneas rojas del gobierno andaluz PSOE-IU hace tiempo que se sobrepasó, y no es otra que la privatización de los servicios educativos”.
Por servicios complementarios se refiere Ustea a transporte escolar, comedores, actividades extraescolares, aula matinal o planes de acompañamiento, que son las clases particulares gratuitas desde los centros para el alumnado con dificultades.
Se refieren a servicios complementarios y de apoyo y también de funcionamiento corriente y fundamental de los centros educativos como administrativos, limpieza, responsables de la apertura de los centros o monitores de educación especial, "cuya subcontratación ha destruido en los últimos años miles de empleos públicos".
Una trabajadora gaditana con contrato de administrativo para una de las empresas subcontratadas por la Consejería de Educación andaluza, que prefiere guardar el anonimato por temor a represalias, ha afirmado a este periódico que “la situación es insoportable. Mañana viernes me voy al paro y no sé hasta septiembre si me van a volver a contratar el curso que viene”, afirma.
Esta empleada de la subcontrata concluye que “la situación es más grave aún si se tiene en cuenta que se cobran 483 euros mensuales trabajando 25 horas semanales, y cobrando los días 10...”.