La tercera jornada de la huelga que inició el pasado domingo la empresa de limpieza municipal (Lipasam) concluyó sin mediar acercamiento entre el Ayuntamiento hispalense o la empresa y los representantes sindicales. Es más, y según apuntó un miembro del comité de empresa, ni siquiera se produjo “movimiento o intento alguno” por parte del Consistorio.
La razón esgrimida por el gobierno local para que todavía no se haya producido este acercamiento es que no negociará con el comité mientras existan “coacciones, chantajes, vandalismo y sabotajes” acompañado al paro.
Así de rotundo se mostró ayer el delegado de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento, Maximiliano Vílchez, que, aunque recordó la disposición negociadora del Consistorio, también puso de relieve que no se dialogará mientras sigan existiendo estos actos de sabotaje y vandalismo que “perjudican a todos los sevillanos” y que ya han causado pérdidas en el patrimonio público cifrados en 7.000 euros.
“No podemos sentarnos a negociar en tales condiciones”, señaló Vílchez, que explicó que varios de estos actos por parte de la plantilla de Lipasam se cometieron en presencia de miembros del comité de empresa y de algunos dirigentes sindicales.
“Pedimos que los trabajadores recapaciten. Si vemos un compromiso de la plantilla y sus representantes sobre el cese de estas actuaciones, nos sentaremos a hablar inmediatamente”, dijo Vílchez.
Régimen dictatorial
Esta versión para nada coincide con la de los representantes sindicales de la plantilla, que insisten en que la huelga se está desarrollando en condiciones de normalidad y siempre respetando los servicios mínimos.
Así, y frente a los 19 avisos por basura esparcida en diferentes vías y espacios públicos de los que ha hecho balance el Consistorio, así como de 15 contenedores de basura incinerados y otros 28 localizados “volvados o desplazados” dificultando el tráfico rodado, los sindicatos avisan de “persecución policial” a los trabajadores, a través de constantes identificaciones.
De esta manera, lo explicó el secretario general de la sección de UGT en Lipasam, Fernando Castilla, que comparó la situación con “el régimen dictatorial de hace unas décadas”.
“Parece que somos más chorizos que los que están en la cárcel. No hay negociación porque el Ayuntamiento la ha dado por cerrada”, manifestó Castilla.
Por otro lado, el Ayuntamiento anunció ayer que elevará un escrito al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), solicitando la ampliación de los servicios mínimos en los talleres de reparación de los vehículos de Lipasam ante la falta de respuesta de la Junta a quien solicitó lo mismo el pasado martes.
Más de un milón de kilos de basura sin recoger
Desde que comenzara la huelga el pasado domingo la ciudad acumula más de un millón de kilos de basuras sin recoger (1.526.211 kilos según puntualiza el Consistorio), lo que significa que cerca del 80% de los residuos no han sido retirados si nos atenemos a las cifras que sí se recogen normalmente. Las zonas más afectadas son los barrios y el extrarradio frente al Centro.
La oposición critica la actitud poco abierta del Consistorio
En tanto llegan las negociaciones entre el Ayuntamiento y los sindicatos, los grupos políticos de la oposición critican la actitud poco dialogante del Consistorio.
Así, el portavoz de IU-CA, Antonio Rodrigo Torrijos, criticó ayer la “actitud pirómana” del gobierno municipal del PP ante la huelga.
Rodrigo Torrijos lamenta, en una entrada en su blog personal, que el gobierno municipal no acceda a negociar con los representantes de la plantilla y, por contra, “promueva una brutal y peligrosa campaña de demonización de los trabajadores a base de mentiras y manipulaciones sobre sus sueldos y condiciones laborales”.
Por su parte, su homónimo en el grupo socialista, Juan Espadas, pidió al Consistorio que no adopte sencillamente “una posición de fuerza” en el conflicto que rodea al paro convocado por Lipasam.
Tras las últimas manifestaciones del concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez, Espadas lamentó que el Gobierno municipal intente añadir “más tensión” al conflicto con “declaraciones de línea dura” y, de cualquier modo, recordó que es “responsabilidad” del Ayuntamiento resolver el asunto.