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El Real Madrid castiga la valentía del Rayo en un duelo de 17 minutos

Paco Jémez ha inculcado al Rayo su espíritu luchador y un gusto por el buen fútbol que hace que mantener la identidad en un gran estadio ya sea un triunfo

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El Real Madrid derrotó al Rayo Vallecano (2-0) y castigó su valentía con goles de Álvaro Morata y Sergio Ramos, en un duelo que duró 17 minutos, el tiempo que tardó en ser expulsado el capitán madridista.

Esa acción cortó el vendaval del equipo blanco, que acabó agotado físicamente ante un rival incapaz de marcar.

Paco Jémez es una de grandes revelaciones de la Liga. Ha inculcado al Rayo su espíritu luchador y un gusto por el buen fútbol que hace que mantener la identidad en un gran estadio ya sea un triunfo. El equipo de Vallecas es pura valentía y, como no sabe jugar a otra cosa, salió a por el Real Madrid, consciente de que el castigo podía ser duro.

Lo asumieron los jugadores rayistas. La goleada era una opción más que posible, pero no tenían nada que perder. Salir derrotado tras estar encerrado en tu terreno te conduce al mismo fin. Así encontró el Real Madrid uno de esos partidos que le van como anillo al dedo. Un rival atrevido, que quiso el balón y salió a dominar.

Álvaro Morata disfrutó de su gran oportunidad. Sin Higuaín sancionado, Mourinho decidió dar un tirón de orejas a Benzema. Banquillo y ni un minuto. Los dos nueves quedaron señalados ante el Manchester United y el beneficiado fue el canterano. No lo desaprovechó. El primer balón que tocó, cuando se llegaba al tercer minuto de juego, lo mandó a la red. A placer. Tras una jugada de Özil con pase atrás.

Llovía en Madrid. Como el día del último triunfo del Rayo en el Santiago Bernabéu. Los goles del brasileño Guilherme sentenciaron la etapa como técnico de Jorge Valdano. Hace ya 17 años de ese momento. Ahora otro brasileño se hace grande en el modesto de Vallecas. Es Leo Baptistao, perla de la cantera que volará alto y hoy no tuvo su noche.

El Real Madrid atropelló al Rayo de inicio. Kaká disfrutaba de uno de esos partidos en los que sabe brillar, con más sitio para correr, sin marcajes férreos. Perdonó el segundo a los seis minutos y a los trece marcó Sergio Ramos. A balón parado. Cabeceando con potencia pese a ser agarrado en claro penalti de Javi Fuego.

De golpe se convirtió en protagonista el capitán del Real Madrid. En un solo minuto se fue a la ducha. Una falta a Baptistao y en la siguiente jugada una mano que cortó un centro. El Real Madrid tenía por delante 73 minutos en inferioridad numérica y mucho cansancio acumulado en sus piernas.

El 'Chori' Domínguez ya había avisado de que el Rayo no dudaría en sus llegadas. Un disparo cruzado lamió el poste. Mourinho recompuso a su equipo y Paco reaccionó con rapidez. Cambió de banda a Lass para encarar a Essien, que cubrió el lateral derecho hasta la salida de Raúl Albiol. A Morata se le acabó su noche de fiesta.

El duelo tuvo un ritmo vertiginoso que se acabó con la expulsión de Ramos. El Real Madrid no dejó de llegar, pero ya no fue un vendaval. Rubén se lució tras un disparo colocado de Essien y Cristiano disparó al lateral de la red un mano a mano escorado ante el portero rayista. Mientras la afición del Bernabéu se quejaba del colegiado por no amonestar a Piti en una clara 'piscina' dentro del área.

Se adueñó del balón el Rayo sin encontrar cómo explotar sus bazas ofensivas. Tiros lejanos del 'Chori' y Trashorras no inquietaron a Diego López. Tenía toda la segunda parte por delante para intentarlo, pero le faltó pegada. Tiene mucho mérito estar instalado en zona de Liga Europa hasta hoy sin tener un nueve matador en su plantilla.

Pidió un penalti por mano de Coentrao el Rayo, que no sacó provecho del cansancio del Real Madrid. Acusaron los de Mourinho jugar con diez tras el duelo europeo de alta intensidad ante el Manchester United. El más fresco se ganó el aplauso de su público. Kaká, en su enésima resurrección, dejó detalles pero sus intentos no acabaron en gol.

Es raro no ver aparecer en el Bernabéu a Cristiano. Demostró el portugués que no es una máquina y que los esfuerzos pasan factura. Asistió como espectador al segundo acto.

Lass disparó al lateral de la red la mejor acción. Ni pasar a defensa de tres propició llegadas rayistas en jugada. No hubo remates a Diego López en acciones de equipo. El Real Madrid cumplió su objetivo. El Rayo se marchó con la cabeza alta y orgulloso de una afición que dio una exhibición.

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