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30/06/2024
 

Huelva

La tumba vacía llena de razones a los Moreno para su búsqueda

La hipótesis de David Moreno de que su tío fue robado en 1960 en el Manuel Lois se refuerza tras la exhumación del viernes

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  • Huesos para sacar el ADN -

Nació el 12 de septiembre de 1960 en el hospital Manuel Lois de la capital onubense, misma fecha que aparece en el expediente de su presunto entierro. Su madre, María de los Ángeles Bautista Jiménez, murió cuatro días después de la cesárea que se le practicó. La familia tenía una tumba familiar desde 1939 y un seguro de defunción. Pero en la tumba en la que debía estar el cadáver del niño se descubrió  que no había nada.
Hablamos del caso que abandera David Moreno, sobrino del presunto bebé robado, y miembro de una de las dos familias que decidieron asumir los gastos de las dos  exhumaciones que el pasado viernes se llevaron a cabo en el Cementerio de La Soledad de la capital onubense. “Sentí alegría, por así decirlo, porque allí no está y eso nos confirma la idea de que mi tío se lo dieron a otra familia”, valoraba para Viva Huelva David Moreno. En su historia, como en tantas y tantas de presuntos bebés robados, la rareza toma un papel protagonista: “El niño no se lo enseñaron a ningún miembro de la familia”, cuenta Moreno, que relata que sus familiares “sólo escucharon la versión de una monja diciendo que el niño había nacido con un peso aproximado de 6 kilos, además de haber nacido con dientes”. Además, pese a la comentada existencia de una tumba familiar, en los papeles del cementerio “aparece que está enterrado en una fosa común, algo que no nos cabe en la cabeza”, ya que asegura que su familia “siempre dijo que el niño estaba enterrado con mi abuela”.
Su caso lo denunció en enero de 2013. Meses después la Audiencia Provincial decidió archivarlo por prescripción de los presuntos delitos. A la espera de que el Tribunal Constitucional dé la razón al recurso presentado el 13 de marzo y se pueda reabrir la investigación, la tumba vacía ha reforzado la hipótesis de la familia Moreno.
Los especialistas que practicaron la exhumación se llevaron muestras de huesos de los padres del presunto bebé robado para poder extraer el ADN e incorporarlo a la base de datos, con el fin de que pueda ser cotejado: “Tenemos la esperanza de que él esté buscando por otro lado”. Otra aguja en el inmenso pajar de los bebés robados en España.
David Moreno y su familia, conscientes de la dificultad del proceso de búsqueda, confían, al menos, en que el TC ordene reabrir la investigación, tomar testimonios de testigos y llegar a la verdad de un asunto, otro más, cargado de elementos de novela negra.
En su caso, la tumba vacía ha abierto la puerta a que su historia pueda tener un final feliz, y que ese niño que nació el 12 de septiembre de 1960 en el Manuel Lois no muriera, sino, simplemente, fuera arrancado de los brazos de su familia de sangre, la misma que casi 53 años después lo busca para poner fin a la incertidumbre. Una cosa está clara. La tumba estaba vacía.

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