—¿Cómo os distéis cuenta de lo que pasaba en vuestras viviendas?
—Al principio aparecían grietas y llamábamos a la constructora que venía a arreglárnoslo, pero llegó un día que nos dijeron que no venían más y que hablásemos con la promotora. Ahí empezamos a ver que lo que estaba pasando no era normal.
—¿Cómo habéis afrontado el fallo judicial?
—Pues como un verdadero jarro de agua fría. No lo esperábamos y más como ha sido, en tal solo doce días y en función de la declaración de un testigo técnico. Aún así pensamos recurrir.
—¿Vuestro abogado os da esperanzas?
—Necesitamos encontrar un papel que certifique lo que todo el mundo sabía. Sin eso, lo que nuestro abogado nos dice es que puede pasar tanto que ganemos como que volvamos a perder.
—Al margen del recurso, ¿Os habéis planteado alguna movilización?
—Tenemos pendiente una reunión vecinal pero no descartamos desde el encadenamiento a nuestras viviendas como las manifestaciones. Lo que no queremos es que esto se quede así. También nos estamos moviendo mucho y nos estamos poniendo en contacto con todo el mundo para intentar conseguir lo que es justo.
—¿Creen que era imposible de detectar la falla como dice la sentencia?
—Yo he hablado con expertos y me dicen que si es posible de detectar, solo que hace falta un estudio geotécnico más costoso y más concienzudo. Creemos que con los antecedentes en la zona se debería haber hecho.
—¿Tienen esperanzas de recuperar sus viviendas?
—Hemos oído que el arquitecto ha dicho que va a intentar rehabilitarlas, no sé, a nosotros no nos ha dicho nada. Nosotros lo que queremos es que nos devuelvan lo que es nuestro y visto que en las casas no podemos vivir queremos que nos devuelvan nuestro dinero.
—¿Nunca hubo ninguna intención de acuerdo por parte de la promotora?
—Al principio todo eran buenas palabras, nos prometían el oro y el moro pero a la hora de pagar nunca hubo intención de acuerdo y a la vista está que hemos tenido que denunciar.
—¿Qué opina del apoyo que los políticos de todos los partidos les están brindando?
—Lo agradecemos, pero esperamos que no se queden solo en palabras y que los vecinos no nos convirtamos en algo que unos se echan en cara a los otros. Queremos soluciones reales, sería un buen momento para recuperar credibilidad política, unirse y ayudarnos entre todos.