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Prorrogan internamiento cerrado a los dos menores acusados de la muerte del joven Nasr en Almerimar

Los otros dos menores imputados, que fueron citados en su declaraciones por los cuatro adolescentes en libertad vigilada por encubrimiento, habrían tenido conocimiento del crimen sería pues "mediante referencias de terceros"

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El juez ha acordado prorrogar la medida de internamiento en régimen cerrado para los dos menores de 14 y 16 años a los que se imputa la muerte de 23 puñaladas del joven marroquí de 18 años Nasr M.O.C., cuyo cuerpo sin vida apareció en diciembre de 2012 semienterrado en la playa, a pocos metros del cámping de Almerimar, en El Ejido (Almería), casi un mes después de que su familia denunciara su desaparición.

   Así lo han indicado a Europa Press fuentes jurídicas, que han precisado que la comparecencia para ratificar la medida se celebró en sede judicial el 31 de julio debido a que expiraba el plazo máximo que fija la ley para que un menor permanezca ingresado en un centro de menores hasta la celebración de juicio. Cabe recordar que su detención se produjo en febrero.

   La prórroga del internamiento en régimen cerrado dictada por el juez de menores fija otros tres meses adicionales, por lo que, según las mismas fuentes, la vista oral por el crimen, en el que están imputados por encubrimiento otros siete adolescentes, debe celebrarse antes de que finalice el mes de octubre. La Fiscalía se encuentra actualmente a la espera de un último informe del Instituto Nacional de Toxicología para formular acusación.

   El juez de Menores decretó en febrero, tras su detención por agentes de la Policía Nacional, para los dos menores de 14 y 16 años que admitieron ante la fiscal ser los autores de la muerte del joven Nasr. Junto a ellos, se detuvo a otros cuatro adolescentes, entre ellos dos chicas, para los que se decretó la medida de libertad vigilada. En mayo, se tomaba también declaración en calidad de imputados por encubrimiento a los otros tres menores de entre 16 y 17 aunque, en este caso, la fiscal resolvió no solicitar al juez la adopción de ninguna medida preventiva.

   Los tres negaron en sede judicial que tuvieran conocimiento del crimen a través de conversaciones directas con los presuntos autores si bien sí consta en el sumario que al menos uno de ellos habló por teléfono con uno de los presuntos autores materiales tras recibir una llamada de la Guardia Civil. La chica justifico la citada comunicación en que estaba "preocupada" por él ya que había "oído que le acusaban de estar dedicándose al tráfico de hachís".

   Los otros dos menores imputados, que fueron citados en su declaraciones por los cuatro adolescentes en libertad vigilada por encubrimiento, habrían tenido conocimiento del crimen sería pues "mediante referencias de terceros" y, por tanto, no habrían actuado de "activamente" para "taparlo".

   La citación de estos tres menores llegó avanzada la instrucción de caso a raíz de una petición de diligencias de la acusación particular después de que un informe policial identificase a los propietarios de los perfiles de la red social 'Tuenti' y de los teléfonos móviles a través de los que se habrían tenido conversaciones que apuntaban a que estaban al tanto del crimen y no lo pusieron en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

   La acusación particular solicitó, asimismo, a través de otros tres escritos que se interviniera y diese trasladado de la totalidad del contenido de los perfiles en la red social 'Tuenti' de los seis detenidos y primeros imputados ya que, en el sumario se recogían únicamente los extractos de las conversaciones que condujeron a la Guardia Civil hasta ellos. En concreto, solicitó el histórico de la cuenta desde el 1 de octubre de 2012 hasta el pasado 30 de enero.

   Cabe recordar que los padres del joven Nasr, que pasaron por sede judicial para prestar declaración en calidad de perjudicados-denunciantes, presentaron denuncia por su desaparición el 20 de noviembre y su cuerpo sin vida, con evidentes signos de violencia, fue encontrado el 17 de diciembre semienterrado en la playa, junto al cámping de Almerimar.

SUMARIO

   El expediente por el crimen recoge que el cerco sobre los presuntos autores materiales de la muerte, de 14 y 16 años, se estrechó con un informe de la Guardia Civil que señalaba "contradicciones y discrepancias" en las que habrían incurrido al relatar qué hicieron el día de la desaparición y dónde estuvieron ya que, desde un primer momento, los padres de la víctima aseguraron a los agentes que había quedado para "tomar café".

   Estas contradicciones se habrían reforzado al enfrentarlas con los datos arrojados por los repetidores de telefonía. El juez autorizó la intervención de las cuentas de ambos en la red social 'Tuenti' el 16 de enero y 48 días después hacía lo propio con los terminales telefónicos. La transcripción de las comunicaciones reveló "indicios claros" que apuntaban a la participación de ambos en la desaparición y muerte, y señaló a los cuatro presuntos encubridores "con los que se jactaban de lo sucedido y a los pedían silencio".

   Los dos principales acusados, de nacionalidad española, admitieron en su testimonio ante la fiscal de menores su implicación en distinto grado en los hechos. El menor de 14 años reconoció haber apuñalado a Nasr aunque señaló a su amigo de 16 años como el primero en asestar una cuchillada mientras que este último afirmó que presenció únicamente la agresión mortal.

   Ambos habrían indicado al fiscal que medió una "discusión" y que "no tenían intención" de matar a la víctima cuando quedaron con él a las puertas de un supermercado de Almerimar pese a que en el sumario constaría que ambos salieron armados de sus casas con sendos cuchillos. El cuerpo sin vida, que presentaba hasta 23 heridas por arma blanca según el informe de la autopsia, fue enterrado al día siguiente en la playa de Almerimar, junto al cámping, donde lo habrían dejado envuelto en "una especie de plásticos blancos".

   Los otros cuatro adolescentes señalados como presuntos encubridores declararon ante la fiscal que guardaron silencio sobre el crimen "por miedo a represalias" si bien la Guardia Civil considera, de acuerdo al contenido de las intervenciones de sus teléfonos autorizadas por el juez, que participaron "activamente" en "mantener el secreto" e, incluso, les "apoyaron".

   El móvil que estaría detrás del crimen apunta a que existía "trapicheo" con objetos de valor como "teléfonos móviles, bicicletas y videoconsolas". La comunicaciones intervenidas durante la operación denominada 'Airsoft', que permitió la intervención entre otros efectos de las herramientas con las que se enterró el cadáver del joven de 18 años, revelaron que los implicados en los hechos tenían "algún tipo de relación con el menudeo de droga".

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