La Policía Nacional de Jaén ha dado por concluida la investigación del ‘caso del pederasta’, según aseguró ayer el portavoz en la Comisaría de Jaén, Diego Moya. Hasta el momento se han localizado a cinco, los cuatro por los que se encausó al presunto pederasta, Antonio B. G., en prisión por orden del Juzgado de Instrucción número 2 de Jaén, y un tercero, que denunció haber sufrido abusos en el año 1989.
Las cintas fueron entregadas a la Policía Nacional por un ladrón que las sustrajo cuando robaba en el domicilio del acusado, dejándolas debajo de un coche con el siguiente mensaje: “He tenido la desgracia de que han caído las cintas en mis manos y me veo en la obligación de presentarlas dejando que ustedes hagan su trabajo y puedan meter a ese... en la cárcel de por vida”. Más tarde, una voz femenina se puso en contacto con la Comisaría y dejó otras tres cintas de video debajo de otro coche. Los niños que aparecían en las cintas, según informó el portavoz de la Policía, Diego Moya, eran los mismos de las primeras, aunque unos años mayores. Fuentes policiales indicaron que en los videos se distinguía perfectamente que quien mantenía relacciones sexuales con los niños era el acusado Antonio B. G., quien no negó en su primera declaración dicho extremo. Tras su segunda declaración el juez Antonio Valdivia ratificó la prisión para el presunto pederasta.
Antonio B. G., de 64 años de edad, fue fundador de la Asociación Juvenil Fénix en el año 1981, que utilizaba como club de fútbol sala. Según la Policía se ganaba la confianza de los niños en las instalaciones deportivas en las que trabajaba y les convencía para ver juntos películas pornográficas. “Posteriormente, incitaba a los pequeños a masturbarse y finalmente abusaba sexualmente de ellos”, añade la Policía.
Según Diego Moya todas estas pruebas están ya en manos del juzgado por lo que asegura que la investigación está cerrada, salvo que se produjera alguna denuncia más.
